Un inciso que no le interesa a nadie visto la cantidad ingente de visitas y comentarios pero que quiero que conste: muchas veces pongo lo de Marvel Masterworks por simplificar, ya que muchos o algunos números los tengo en la edición original en grapa, como en este caso, y que son los que uso desde el final del confinamiento.
Pero seguiré pillando de internet las viñetas si puedo para ahorrarme rollos de escaneos.
Al grano: Daredevil.
Es curioso pensar que si Bill Everett no hubiera tenido problemas por su alcoholismo para entregar a tiempo el primer número de Daredevil, los Vengadores no hubieran existido.
Y si Everett hubiera podido seguir la colección, Wally Wood no hubiera podido nunca darle ese gran traje al héroe ciego.
Porque aunque antes de Wood tuviéramos a villanos como Owl o Purple Man, es con Wood que llegó un empujón a la serie que era muy necesario. O igual Stan Lee, que siempre admiró el trabajo de Wood, se puso las pilas.
Porque cuando él empezó se encontró de primeras con un héroe que no quiere mostrar su amor a una empleada y de la que está enamorado otro del trabajo. Igual que en Iron Man. O que en Thor si quitamos al compañero.
Y un villano, Matador, que es inenarrable. Un tío con un capote que atraca furgones blindados. Manda narices.
Pero Wood consiguió que al menos esos dramas de oficina tuvieran a una Karen Page preciosa y que villanos Mister Miedo o los Ani-Men fueran antagonistas más dignos y amenazantes.
Gracias, Wally.
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