lunes, 22 de febrero de 2021

Frank Thorne y Robert Kanigher: Tomahawk 121-126

Kanigher era muy dado a usar fórmulas. Bueno, casi todos las usan, pero a él se le notan más.

Eso sí, no siempre, porque de repente empieza una historia y la acaba de una forma muy diferente a lo habitual y te deja totalmente roto, ya sea matando a un personaje dulce o haciendo que el héroe protagonista mate a un indio joven, casi un niño...

Y si Thorne es un grande, entintado por Joe Kubert ya ni hablemos.

Ya nadie se acuerda de esta serie pero qué bien se conserva.



Farel Dalrymple, Jonathan Lethem y Karl Rusnak: Omega the Unknown HC

Y Marvel decide entregarle a un personaje a un escritor que tiene cierta fama, que adora la serie original y de la que habla en uno de sus libros para que haga lo que quiera.

Este remake, alejado de continuidades, tiene sus momentos. Me encanta Mink, ese héroe engreído, preocupado sólo por su imagen pública. Me gusta cómo los dos guionistas usan los momentos más importantes de la serie original, cómo pasan olímpicamente de las explicaciones dadas en Defenders, cómo actualizan elementos.

Me molesta que el final no acabe de ser lo redondo que uno quisiera o que el dibujo vaya a alguien que entra en lo que uno espera de un comic indi, para que quede claro que no es un típico comic Marvel, cuando una de las mejores cosas de la serie original es que la dibujaba Mooney y parecía un típico comic Marvel sin serlo en absoluto.



Herb Trimpe y Steven Grant: Omega the Unknown TPB

Gerber escribió en el último número de Omega the Unknown que todo se resolvería en un próximo número de Defenders.

No fue así. Gerber fue despedido y dos años después, hartos de que la pregunta más habitual en los correos de la colección fuera por el puñetero Omega, decidieron liquidar el tema.

La pena es que Gerber no explicó lo que quería hacer o cuál era su plan desde el principio. Así que tocaron de oído.

Y así les quedó.

Parece que odiaban al personaje o algo, porque lo destrozaron todo lo que pudieron.

Qué lástima.



Jim Mooney, Steve Gerber y Mary Skrenes: Omega the Unknown 2-10

Hombre, uno entiende que la serie no funcionara económicamente.

Diez números bimestrales y aún no estaba claro qué relación había entre el superhéroe Omega y el chaval James-Michael, qué pasaba con los robots, con los poderes mentales.

La sordidez es implacable y el bullying no se ha reflejado de manera más cruda.

El tono pesimista es constante, pese a algún momento puntual de humor como ese encuentro con J.Jonah Jameson.

Y ni Omega salió en ninguna otra serie para promocionarla, ni hubo grandes invitados a excepción de Hulk y Electro.

Pero qué fascinante, qué viaje lleno de sorpresas, de enigmas.

Me preguntaré siempre qué querían hacer Gerber y Skrenes con esta colección.



John Romita y Stan Lee: Daredevil 19

Se acaba la subtrama de Foggy como posible Daredevil. Menos mal.

Lo más divertido es como se unen dos villanos y se pasan todo el tiempo peleando por ver cuál es el jefe. Parece que lo haya escrito Ibáñez, oigan.

Así no les va a cundir el tiempo.



John Romita y Stan Lee: Daredevil 18

Otro de esos números por los que tengo una extrema debilidad.

Y encima aparece uno de esos villanos que me entusiasman.



John Romita y Stan Lee: Daredevil 17

Final de la historia con Spider-Man e inicio de la subtrama, absurda, donde Foggy intenta hacer creer a Karen que es Daredevil para parecer más glamouroso. Lo de los dos héroes que se pelean por una confusión es un clásico pero en esta ocasión era muy forzado, ¿no?

Y una viñeta si nada especial pero que es memorable por acabar siendo bastantes números la logoforma de la colección.



John Romita y Stan Lee: Daredevil 16

Romita dibuja a Spider-Man por priemra vez en lo que fue realmente su audición.

Y llega un villano de recorrido más bien escaso: el Merodeador Enmascarado.



Keko y Antonio Altarriba: Yo, mentiroso

Uno de los repasos más lúcidos e implacables a los últimos años de la política española.

Tan doloroso como divertido, tan terrible como verosímil.

Lo recomiendo absolutamente.



sábado, 13 de febrero de 2021

Francisco Ibáñez: Olé Mortadelo 59: Los secuestradores

Creo que debe ser el álbum donde los dos protagonistas reciben menos y causan más desastres por donde pasan.



Lee Weeks y Tom King: Batman / Elmer Fudd

Estos comics de cruces entre personajes del Universo DC y los Looney Tunes son un poco estrambóticos, la verdad.

Pero éste tiene bastante gracia. 

Sobre todo porque Lee Weeks es una bestia dibujando y Tom King se lo pasa bomba soltabdo guiños a los personajes animados y a sus frases.

Que recuperen a Silver St Cloud, el principal personaje favorito de mi etapa favorita de Batman, es un extra para mí.



Paul Gulacy y Doug Moench: James Bond 007: Serpent's Tooth 1-3

Que James Bond era una clara influencia en el Master of Kung Fu de Moench y Gulacy no es ninguna novedad.

Y claro, cuando años después estos autores tuvieron la oportunidad de poder contar una historia del personaje de Ian Fleming estaban en su salsa.

Gulacy dice que salió perfecto: el color, el guion, todo. Es uno de sus trabajos favoritos.

Moench siguió el esquema de muchas de las películas clásicas, desde un villano deforme con un plan megalómano y desquiciado, y que tiene unos ayudantes llamativos, la chica Bond de nombre curioso, todo.

Hasta escena precréditos y créditos con siluetas de chicas nadando y Bond pistola en mano.

Un comic estupendo.

Aunque me pregunto si Moench había leído la novela de Parque Jurásico entonces (la película es posterior) visto lo de la teoría del caos y los dinosaurios...



Jim Mooney, Steve Gerber y Mary Skrenes: Omega the Unknown 1

Uno de los mejores comics de Marvel de su historia.

Es hora de volver a disfrutar de una de las series más arriesgadas, más raras, más fascinantes, más coherentes y más desconocidas de la historia de esta editorial.



Timothy Truman: The Black Lamb 1-6

En 1996 DC se sacó de la manga un selo llamado Helix que iba a estar dedicado a la ciencia ficción. Allí nació la gran Transmetropolitan, por ejemplo.

Y poca cosa más. En el resto estaba estaba esta miniserie sobre un vampiro en una sociedad futurista que es el encargado de mantener el orden entre las tribus de la noche y de defenderla ante los ataques de personajes rollo Van Helsing, para que nos entendamos.

Truman dice que se lo pasó bomba con este trabajo y lo creo. Juega con puntos de vista, con lo relativo que puede ser hacer algo según dónde estés (un poco como el Soy leyenda de Richard Matheson) y es muy entretenido.

Las portadas pintadas son espectaculares. 

Lástima que se quedase en sólo seis números porque la premisa daba muuucho más de sí y algunos personajes piden tener más desarrollo.



Morris: Lucky Luke 53: Lucky Luke contra Pat Poker

Dos historias de Lucky Luke contra Pat Poker, con un tono que oscila entre lo realista y lo cómico.



Jean-Claude Forest: Barbarella

Me ha costado pero he conseguido por fin una edición de Barbarella de Losfeld.

Y he podido comprobar cómo en Forest cambió dibujos en posteriores ediciones, haciendo que la protagonista fuera menos joven y menos parecida a la Bardot.

Por no decir el bitono, que desapareció en ediciones posteriores.

La historia es sencilla y muchos la verán hasta inocente, y no serán conscientes de lo que significó en su momento.



Morris: Lucky Luke 52: Bajo el cielo del oeste

Tres historias cortas con un Morris aún muy influenciado por los dibujos animados y un Lucky Luke que aún no tenía su flema casi constante y que podía ser blanco de los gags.



Jack Kirby, Werner Roth y Stan Lee: Marvel Masterworks 7

Unos números estupendos con varias primeras apariciones (el Juggernaut, el Mímico) y la llegada de Werner Roth (con bocetos de Kirby inicialmente) que siempre será el dibujante más cercano a mi corazón en los primeros años de la Patrulla-X.

Elijo esta viñeta por los Centinelas. Me encanta esta historia.



Francisco Ibáñez: Olé Mortadelo 51: Misión de perros

Mucho perro tocapelotas, algo de fórmula desganada, pero sigue teniendo sus momentos.



Vázquez: Pulgarcito Extra de verano 1971

Uno de esos extras estacionales tan habituales de Bruguera. 

Hay de todo, de lo más olvidable a entregas simpáticas, más dos historias realistas (una del Sheriff King, otra de una serie que no sé si tuvo muchas entregas más con guion de Vidal Sales con pseudónimo) correctas.

Me ha chocado comprobar que la mayoría de autores no se calientan la cabeza y se dedican a contar el veraneo, o la falta de él, de sus personajes.



John Romita y Stan Lee: Daredevil 15

Seguimos con mi lectura cronológica de la era Marvel. Este lo leí no hace mucho pero no me molesta. Es uno de mis números más queridos de los primeros tiempos de Daredevil porque Romita está pletórico y Lee cuenta una de sus fábulas morales más potentes emocionalmente.



Escobar: Pulgarcito 57

Me ha costado un montón de tiempo y de pasta poder conseguir este número pero por fin lo he conseguido.

El motivo es la primera aparición de Zipi y Zape. Es curioso ver que Escobar aún no tenía claro cómo llamar a la familia (los llama de dos formas en este misma página y ninguna delas dos es Zapatilla).

Aparte también es la primera, y única, aparición de Mesalino Pirulez de un tal Kike, del que nadie tiene claro quién era. Algunos dicen que igual era un pseudónimo de Manuel Vázquez, pero yo no lo acabo de ver, la verdad. Una pena. El tal Kike era algo tosco de dibujo, pero los diálogos eran estupendos.



Francisco Ibáñez: Olé Mortadelo 30: Objetivo: Eliminar al "Rana"

La historia principal, psé.

Pero de complemento está una de las mejores historias cortas de Ibáñez: ¡Super Mortadelo!

Así que bien, la verdad.



Frank Thorne y Robert Kanigher: Tomahawk 120

Kanigher no puede evitar pensar en parámetros de la Segunda Guerra Mundial, ya os digo. Y en este número, con una escena entre onírica y viaje en el tiempo sobrenatural, se le nota una barbaridad.



Frank Thorne y Robert Kanigher: Tomahawk 119

La llegada de Frank Thorne, que ya había ganado premios por sus obras para la Gold Key, es impactante. El resultado es mucho más moderno, más espectacular, más dinámico.

Y Kanigher, pese a que parezca a ratos que hace historias para los antepasados de la Easy Company, siempre es sinónimo de profesionalidad.



Jerry Grandenetti y George Kashdan: Tomahawk 118

Un número extraño porque lo dibuja Grandenetti, un tipo que solía hacer trabajos en series de corte terrorífico o sobrenatural, como Spectre o Creepy.

Igual no era el dibujante más indicado, pero el resultado no puedo decir que me desagrade.



Fred Ray, Dave Wood y Murray Boltinoff: Tomahawk 117

Si hablo de los Comandos Aulladores del Sargento Furia de la competencia y no de la Compañía Easy del Sargento Furia, es porque el exceso casi cómico es la norma del día. 

En este número, Tomahawk y sus hombres son capturados y enviados a Inglaterra para ser ejecutados.

Allí se escapan y se dedican a hacer terrorismo non stop hasta que roban un barco y vuelven para casa.

Como cuando los Comandos Aulladores iban y entraban en Alemania y le metían un petardo en los calzoncillos a Hitler o lo que fuese.



Fred Ray y Carl Wessler: Tomahawk 116

Compré un buen lote de esta colección hace años, esperando el momento de leer las historias de este héroe fronterizo enfrentado a los ingleses e indios durante la Guerra de la Independencia.

Aunque los números buenos son los de Kanigher y Thorne, empiezo por éste por su espectacular portada de Neal Adams y para poder apreciar el cambio de equipo creativo.

Por decir algo, porque cambiaban de número a número, casi, casi.

Y también para ir haciéndome con los personajes secundarios, los rebeldes a las órdenes de Tomahawk y que tanto me han recordado los Comandos Aulladores del Sargento Furia.



Walter Simonson: The Judas Coin

Relectura para preparar un video que podéis mirar aquí.

Curioso ver que mi capítulo favorito esta vez fue el del Príncipe Vikingo y su influencia de Druillet. Me encanta este barco vikingo tan fantástico y poco realista.



Javier Garrón y Jason Aaron: Avengers TPB 7: The Age of Khonshu

Como con tomos anteriores, Jason Aaron nos da una de cal y otra de arena. El comportamiento de Namor no me convence nada y es incoherente con lo visto hace unos números.

Pero eso de enfrentar a un héroe que va todo de blanco a otro que va todo de negro, y que nunca se había producido que yo sepa, tiene mucha gracia.

Y poco a poco, todos los argumentos secundarios empiezan a converger. No creo que quede mucho tiempo antes de que Aaron cuelgue el uniforme de guionista de los Vengadores y venga otro guionista con un nuevo número 1.

Y tiene también mucha gracia comprobar que Carlos Pacheco ya puede ver autores con claras influencias suyas.



Francisco Ibáñez: Olé Mortadelo 56: Los mercenarios

La historia central no es especialmente memorable.

Pero el complemento del relato corto de ¡Filemón contra Mortadelo! tiene su coña, con Ibáñez desfogándose acerca de los favoritismos de los lectores.