lunes, 27 de julio de 2020

Enrico Marini: Las águilas de Roma IV

El enfrentamiento entre los antaño amigos ya se desata.
Intrigas, traiciones, combates.
He devorado este álbum. Las escenas de acción me han parecido realmente espectaculares y la parte final me tenía enganchadísimo.
Eso sí, con esa escena de la última página es un poco lamentable que el glosario esté al final y uno la vea al consultar algo y que te destripe un momento tan potente...

Eugenio Giner: Inspector Dan III

A veces me da la sensación de que el Inspector Dan y compañía son lo más inútil del mundo. La mayoría de veces que tienen que proteger a alguien de un asesino fracasan estrepitosamente, por no decir que a veces hay una incompetencia criminal tremenda...
Eso sí, Giner era una maravilla creando ambiente y los guionistas que fueron pasando, sin acreditar, sabían cómo sacarle partido a la niebla londinense, al Támesis y a los asesinos en serie cuando aún no se llamaban así.
Estas historias del Pulgarcito y demás revistas de Bruguera se merecerían una reedición en condiciones, la verdad.

Mauro Entrialgo (Y Ambrós): Historietas apropiadas

Coger una película y cambiarle los diálogos para transformarlo en otra cosa lo hizo Woody Allen. Los resultados son discutibles.
Siempre funciona mejor hacerlo con una escena, como hemos visto más de una vez en televisión, si la intención es humorística.
Algo así ha hecho Mauro Entrialgo: coger páginas, viñetas y darles un sentido muy diferente para reírse del PP vasco, hablar de drogas y locales nocturnos, soltar cuatro barbaridades o hacer autocrítica del comic original.
Se hizo para un crowdfunding y no lo encontraréis fácilmente por librerías, me temo. Supongo que si circulase comercialmente, lo que "intervenciones apropiacionistas" tendría que explicarlo a un juez ante el mosqueo de algún posible autor.
Muy, muy divertido. Elijo esta viñeta como podría haber elegido una docena más.


Mauro Entrialgo: Ángel Sefija los doce meses del año

¡Se me acaban los argumentos, amigos!
¡Es más de lo mismo!
O sea, que me sigo riendo, y sonriendo, con los comentarios de Ángel Sefija.
En breve, el último que ha aparecido.

viernes, 24 de julio de 2020

Roman Surzhenko y Yann: La juventud de Thorgal 1: Las tres hermanas Minkelsönn

Otra serie que tengo abandonada de hace muchos años y que además no he leído de forma ordenada es Thorgal.
Debería ponerme al día.
Pero antes me apetecía ponerme con este spin-off de la juventud del hijo de las estrellas.
Aventura, algunos elementos fantásticos, razonablemente entretenida. Yann es un guionista muy competente y Surzhenko no imita a Rosinski pero tiene un estilo que acompaña bien.
Veo que ya hay varios álbumes. Creo que seguiré...

Carlos Giménez: Mi amigo Luis

El último álbum de Carlos Giménez relata cuatro historias. Todas ellas son regresos a historias ya contadas o a temáticas ya conocidas, y, de hecho, los reencuentros son elementos muy importantes en algunas de ellas. Las dos últimas son historias que bien podrían haberse contado en Los profesionales, por ejemplo. La primera es una historia ya contada en Barrio 4 con un epílogo de un reencuentro de los dos protagonistas. Todas son correctas y de lo mejor de Giménez en tiempo.
Carlos Giménez en el prólogo le agradece a Josep Maria Beà que le contase historias que han servido de base para esos relatos. Sospecho que los tres mencionados tienen a Beà como punto de partida.
No creo que lo sea en en caso de la segunda historia, la mejor, donde se cuenta el reencuentro de dos antiguos amantes y de cómo los años y la vida han sido durísimos con ella, un doloroso relato que te deja con el corazón encogido a momentos y donde el protagonista es presentado sin excusas como una persona egoísta y miserable.
Lo único que me ha molestado de este álbum es leer en el prólogo que Giménez está pensando en hacer una nueva historia de Dani Futuro, con lo poco que me gustó la anterior...

Mauro Entrialgo: Ángel Sefija en camisa de once varas

El tiempo cada vez me pasa más rápido. Un horror.
Creía que me faltaba el último de esta colección y eran tres. Qué desastre.
En fin, me iré poniendo al día.
Hay poco que decir que ya no haya dicho antes. Mauro Entrialgo es un observador lúcido e incisivo que tras una fachada de ironía constante muestra su indignación ante ciertas actitudes.

Hugo Pratt y H.G.Oesterheld: Ernie Pike

Las anteriores ediciones de Norma de Ernie Pike eran una traducción de una traducción, lo que hacía que huyera de ellas como de la peste.
Ahora ya usan los textos originales de H.G.Oesterheld, aunque reconozcan que lo han españolizado en algunos momentos. En fin.
Lástima que tengamos que seguir tragando con versiones coloreadas. Hugo Pratt era una bestia en blanco y negro o cuando le daba por hacer acuarelas, pero nunca he visto algo coloreado por otra persona que haya conseguido que me parezca que el conjunto gana. En mi opinión, la peor colorista con diferencia siempre ha sido Patricia Zanotti, la viuda de Pratt. Qué cosita más sosa, por favor. Por suerte sólo participa en las primeras historias. La gran mayoría han sido coloreadas por Maru Leone, con un estilo menos plano, más "acuarela" a momentos, lo que lo hace más atractivo. Aunque ojalá hubiera podido elegir entre una edición en color o en blanco y negro, como se hace con Corto Maltés.
Oesterheld hace un trabajo muy sólido. Las historias son bélicas, sí, pero también críticas con la guerra y muy interesadas en mostrar el drama humano, más que las grandes acciones heroicas. Es curioso ver historias de esos años donde algunos japoneses, alemanes o italianos son presentados de forma positiva.. y que no dibujase Boixcar.
El tomo es realmente vistoso. Un tocho de los que te lo tiran a la cabeza y te la abren, mínimo. Es un poco raro, aunque lógico, lo de que pongan el principio de Lord Crack, porque luego la siguieron otros dibujantes, y hay una historia que empieza haciendo una referencia a un personaje que no se sabe quién es, lo que me hace sospechar que iba a continuación de otro relato que no era de Pratt, pero en general es una edición dignísima.
Eso sí, voy a ponerme a buscar los relatos de Ernie Pike que dibujaron Breccia y Solano López ya. 


lunes, 20 de julio de 2020

François Schuiten, Jaco Van Dormael y Thomas Gunzig: Una aventura de Blake y Mortimer: El último faraón

Supongo que este álbum no ha entrado en la colección regular, pese al imparable baile de autores, porque está más cerca de cualquier álbum de Las ciudades oscuras u otras obras de Schuiten que de una aventura más al uso de los personajes de Edgar P. Jacobs.
Sea lo que sea, la he disfrutado mucho por elementos como esa Bruselas inundada y donde acechan dinosaurios, por toda la sensación de peligro y rareza que hay constantemente y por el espectacular trabajo de Schuiten ayudado muy mucho por el sutil y curiosamente espectacular coloreado de Laurent Durieux.

viernes, 17 de julio de 2020

Enrico Marini: Las águilas de Roma 3

Siguen las intrigas, siguen las puntuales escenas eróticas, sigue la brutal documentación histórica, sigue el espectáculo.

Frank Robbins: Johnny Hazard 1: Daily strips 1944-1946

Tiene razón Rafa Marín cuando habla de la clara influencia de Johnny Hazard en James Bond. No sé si hay alguna prueba de ello pero villanos con alguna deformidad con nombres como Mariwana o chicas peligrosas como apelativos como Sun Tan (Bronceado) son bastante llamativas.
Pese a que haya alguna cosa que se ve algo anticuada por el tiempo pasado, más por temas de la época en que se hizo que por culpa del autor, en general la tira aguanta perfectamente el paso de los años. Y Robbins era un grandísimo narrador. Esa pelea que duró originariamente una semana entre Hazard y Mariwana y que se desarrolla sin palabras demuestra una valentía, unas ganas de ir más allá y un dominio del medio que valen su peso en oro.

Yoann y Fabien Vehlmann: Spirou y Fantasio 56: La furia del marsupilami

¿Quién no ha sentido más de una vez que la serie de Spirou y Fantasio, por bien que haya podido estar a momentos, no era lo mismo sin el marsupilami?
Fabien Vehlmann coge el toro por los cuernos y se pone a explicar la continuidad de la serie y por qué nadie había vuelto a hablar de la formidable creación de Franquin. Este tipo de cosas son muy habituales del comic americano pero no es algo nada habitual en el francobelga.
Vehlmann sale con gracia de la situación y uno siente que los personajes vuelven a ser como fueron hace años, auqnue sólo sea por un rato.
Yoann se pone además en su mejor modo de seguidor de Franquin, para que nadie se encuentre nada raro.

Jacques Tardi: La guerra de las trincheras

Hay autores que tienen temas que les absorben y a los que vuelven cada dos por tres. El interés de Tardi por la Primera Guerra Mundial es evidente y este álbum uno de sus mejores ejemplos.
Con una estructura deslavazada, con continuos saltos de personajes, con uso de textos encapsulados y con roturas de la cuarta pared, podría haber sido todo un tanto confuso. Y puede que lo sea, pero ayuda a crear el clima de locura y de pesadilla de un frente de guerra como pocas veces se ha conseguido en cómic.

Marcial Toledano y José Robledo: Ken Games 0: Louviers

Una precuela de Ken Games que se lee sin problemas sin saber de qué va la historia y que deja con ganas de releer los álbumes originales.
Este álbum se me pasó en su momento no sé por qué y ha sido hace poco que me he dado cuenta de que me faltaba, cosa que he arreglado rápidamente.
Confieso que el planteamiento de las escenas de acción y el uso del color, con claras intenciones narrativas y no sólo decorativas, me parecen algo fuera de lo común.
Un gustazo.

Liniers: Macanudo 13

Pese al ocasional momento de inspiración, inteligente, tierno o ambas cosas, cada vez hay menos humor y más idas de olla.
Y encima han empezado a castellanizar los textos argentinos.
No sé yo si voy a seguir mucho rato más...

Hermann y Yves H.: Duke 1

La capacidad de trabajo de Hermann me deja admirado. Pese a que ya tiene una edad sigue dibujando con un gran nivel y publicando sin parar.
ECC nos trae una nueva serie, Duke, un western con su colaborador habitual desde hace muchos años, su hijo Yves Huppen.
Si su otro gran western, Comanche, nos puede recordar Raíces profundas de George Stevens, entre otras, en este caso a mí me ha recordado los westerns de Sergio Corbucci: violentos, secos, crueles y con una clara denuncia de los abusos de los poderosos.
El final del álbum me hace preguntar que qué harán a continuación con este pistolero. Veremos.
Lástima del diseño de portadas de ECC que se come el dibujo original de Hermann de manera salvaje y que hace que parezcan casi la misma.


jueves, 16 de julio de 2020

Paco Alcázar: La vida y usted

Paco Alcázar realiza una sección en Mongolia que es una especie de sección de curiosidades que es una extraña mezcla de humor negro y absurdo.
A mí me ha encantado este tomo recopilatorio pero también tengo claro que no es para todos los paladares.

Guy Delisle: Guía del mal padre 4

Más ejemplos de lo desastroso que es como padre Delisle. Tan divertido como siempre hasta la última historia, un agridulce final a esta serie.

sábado, 4 de julio de 2020

Enrico Marini: Las águilas de Roma 2

Tras la presentación de personajes, salto en el tiempo. Marini se centra principalmente en sólo uno de los dos protagonistas del álbum anterior y las intrigas, los juegos entre los diversos personajes por relaciones amorosas, sexuales o poder, toman el control de la historia. Hay algunos momentos muy espectaculares visualmente por el tema de la recreación de la época, pero lo que lleva adelante el álbum son las traiciones y las pasiones.
Seguiremos, porque aquí va a haber una venganza importante y esto no me lo pierdo...

Milo Manara: Caravaggio 2: La gracia

El final del díptico sobre Caravaggio sigue la línea del anterior álbum: una muy interesante recreación histórica de la época (me gustó sobre todo el momento en que se habla de las condiciones de los galeotes) y una biografía donde no se nos quiere pasar por la cara la cantidad de investigación que hay detrás metiendo información superflua constantemente.
Y hay que ver lo bien que sigue dominando las expresiones Manara.

Ralf König: ¡Podéis besaros!

El tiempo pasa volando.
Lo veo cuando consulto entradas anteriores. Me parecía que no hacía tanto tiempo desde que había leído algo de König, puede que porque algunas historias cortas en El Víbora las he ido leyendo o releyendo. ¿Pero un álbum suyo? Pues siete años hacía, para mi sorpresa.
Buf.
Así que me puse con esta obra sobre el matrimonio homosexual con sus habituales Konrad y Paul.
Divertidísimo, como siempre. El timing para la comedia que tiene este hombre es impresionante.
Tengo que leer más obras suyas, porque veo que tengo un montón que no tengo dada su tremenda capacidad de producción y como me pasen otros siete años, la lista aún será mayor.

David Rubín;: Érase otra vez

David Rubín se lió la manta a la cabeza e hizo una ilustración original sobre personajes de cuentos para regalar a librerías que le habían invitado a presentaciones. Era una forma de darles las gracias en estos tiempos donde muchas lo han pasado mal.
Las fui viendo en Facebook y estaba maravillado. Me alegra ver que las librerías decidieran sacar un pequeño recopilatorio para regalar porque es algo que yo necesitaba tener en papel.
Gracias a todos los implicados!

Charles Burns: Black Hole HC

Hace años iba leyendo Agujero negro en la edición de Brut. Pero la periodicidad infernal (en los EEUU se publicaron los doce comic books originales entre 1995 y 2004, y aquí poco más o menos) hizo que me perdiera por el camino. La primera edición de La Cúpula tuvo un problema con una página y pasé de pillarla, aunque luego se resolviese.
Así que la tenía en mi lista de obras que tendría que leerme algún día. Todos las tenemos, el que diga que no es un mentiroso.
Me pillé la edición en tapa dura en inglés hace poco y la he devorado.
Por casualidades de la vida, estaba ordenando números de El Víbora y me encontré en el número 101 una historia de Charles Burns realizada en los 80 para la antología Taboo que parece un boceto de lo que fue Black Hole. Se ve que la premisa de adolescentes con una enfermedad de transmisión sexual que les provoca deformidades de grado variable (tengo una teoría sobre qué determina que la deformidad en Black Hole  sea fácil de disimular o no, pero destriparía partes importantes de la trama) ya le venía de lejos, de cuando el SIDA era un tema candente y preocupante.
Uno puede encontrar en esta obra de Charles Burns muchos elementos habituales suyos: la atmósfera angustiante, un cierto afecto nostálgico por el pasado, mezcla de elementos cotidianos y extraños.
Pero a mí lo que más me ha gustado, con diferencia, es el retrato de los primeros amores, llenos de dudas, rechazos, dolor y pasión, y de los primeros encuentros sexuales, confusos y algo terroríficos. No es casualidad la cantidad de referencias a vaginas, falos, espermatozoides y demás. Realmente, todo lo relacionado con el virus o con los asesinatos no me interesaba tanto, como el puro culebrón de si tal protagonistas acabará con este o aquel personaje.
Porque estos protagonistas te roban el corazón rápidamente, empatizas con ellos, sufres cuando las cosas les vienen mal. Algo que me ha sorprendido muy agradablemente, ya que el autor suele tender a ser bastante frío. Me encantaría que Burns los recuperase en algún momento, la verdad.

Juan Giménez: Yo, dragón 3: La vida eterna

Lo más memorable es, sin duda, el apartado visual. Aunque se note en algunos momentos que ya no era el dibujante que fue, con viñetas donde el acabado de algunos personajes no es el de antaño, es innegable que las escenas de batallas y multitudes son espectaculares.
Hasta siempre, maestro.

Juan Giménez: Yo, dragón 2: El libro de hierro

La trama mezcla elementos medievales como enfrentamientos entre familias nobles por el control de un país con elementos fantásticos como dragones, por lo que el resultado no puede evitar recordar la saga de George R.R. Martin y la adaptación para televisión.
A veces peca de cierto exceso de personajes, provocando que las relaciones que hay entre ellos sean un tanto confusas.

Juan Giménez: Yo, dragón 1: El fin de la génesis

Mi pequeño homenaje a Juan Giménez, que nos ha dejó durante el confinamiento, se basa en su primera obra importante, As de Pique, y esta trilogía, de la que sólo me leí en su momento la primera parte, ésta.
La impresión que tuve entonces, veo que se ha mantenido.