Mel Graff: Agente Secreto X-9 1942-1943: La mujer sin memoria

Lo mejor de estas tiras es el ritmo, todo el rato están pasando cosas.

Y la parte gráfica que recuerda a las películas de cine negro de la época, con esos encuadres y contrastes entre el blanco y el negro.

Incluso algunas partes de las tramas se mantienen perfectamente casi cuarenta años después.

Lo peor es la sensación de improvisación de las tramas que hay en muchos momentos. Uno puede entender que una saga en una estación de esquí se aborte cuando apenas ha empezado porque los EEUU están en plena guerra y deciden implicar más en el esfuerzo bélico al protagonista, pero en otros momentos no le veo explicación.

Pero que lo disfruto, lo disfruto.

Francisco Ibáñez: Olé Mortadelo 60: ¡A por el niño!

Mortadelo y Filemón intentando evitar el secuestro del hijo de un banquero en una escuela de niños bastante tremendos.

Lo del niño amante de los explosivos se ve que le gustó a Ibáñez porque uno ve en él un prototipo de Tete Cohete...

Phillip Tan y Greg Rucka: Final Crisis: Revelations

Rucka recupera a Crispus Allen y a René Montoya, de su serie Gotham Central, ahora convertidos en superhéroes (el Espectro y Question, respectivamente). 

Y los enfrenta a Caín, el hijo de Adán y Eva. Olvidándose de que en DC ya está ocupado en la Casa del Misterio. En fin.

Todo muy oscurote, muy serio y muy aburrido.

Y encima dibujado por un dibujante que no me convence nada, de esos que si los examinas un poco ves fallos por todos lados, aunque el tipo lo sabe disimular bastante bien, la verdad.

Ya sabéis, lo que decía Wally Wood: Si dudas, tápalo.

Por eso será tan oscuro, claro.

John Romita y Stan Lee: Amazing Spider-Man 81-90

Coincidiendo con la muerte de John Romita, me leía algunos de estos números. Aunque no sean, en general, especialmente recordados sí hay momentos de interés: la Viuda Negra con su traje de muchos años, la llegada del hijo de Kingpin, la emotiva muerte del Capitán Stacy...

Romita le dio a la serie, por su pasado de dibujante de comics románticos, un énfasis especial al entorno del personaje, a su galería de secundarios, de amigos y novietas. Fue por eso que la serie se convirtió en la más popular de Marvel de esos años, adelantando a los Cuatro Fantásticos.

Mathieu Lauffray y Wilfrid Lupano: Valerian visto por... 2: Shinguzlooz Inc.

En Francia ya van por el tercero, escrito por Christin, y aquí salió el segundo no hace mucho. No se herniarán, no.

Al menos está más que bien. La historia tiene aventura, humor, algo de sátira y los dibujos, sobre todo los diseños de naves espaciales y monstruos, son bastante espectaculares, ayudados de un color muy eficaz.

Supongo que como la gracia es que los autores roten, no los veremos más, pero a mí no me molestaría que repitieran.

Dan Barry y Harry Harrison: Flash Gordon Daily Strips 1958-1960: ¡La invasión de los skorpi!

Los Skorpi siguen dando la tabarra en una de las mejores etapas del personaje. Eso de que Dale le plante, harta de esperar que vuelva de una aventura tras otra, me parece genial. No me puedo imaginar el impacto que debió tener en su momento. Porque no había redes sociales, porque seguro que alguno se hubiera explayado a gusto.

Y también me divierte mucho ver que una saga que pasa en la Antártida, con hielo a mansalva, uno de los Skorpis, malvados extraterrestres capaces de transformarse en cualquier ser, adopta el aspecto de un perro. Como el inicio de La cosa de John Carpenter, una de mis películas favoritas.

¿Casualidad? ¿El cuento en el que se basaba la película usaba lo del perro y Barry y Harrison lo homenajearon/copiaron? ¿Carpenter quedó marcado por esta saga?

Curioso, desde luego.

Guibo: Autorxs de Cómic: Catálogo de lámparas y flexos 1

No sé gracias a quién descubrí los dibujos que va subiendo diariamente, más o menos, Guibo en redes sociales, retratos de nombres más o menos conocidos del cómic, de estilos muy diversos y hechos con mucha simpatía y cariño.

Me enamoré de la idea y de la ejecución, con esas imitaciones de las firmas o del estilo del homenajeado/a.

Así que cuando supe que había hecho una edición física muy asequible, me tiré de cabeza. 

Y, ya puestos, la pedí dedicada. 

Muy, muy contento con el tomito.

Caza: La porte rouge

Un libro diminuto pero muy cuco de ilustraciones de Caza sobre mujeres, con un cierto aire fantástico-erótico.

Me lo encontré baratísimo en Amazon y no me pude reprimir.

Neal Adams: Spectre 2-4

Neal Adams hizo cuatro números de la colección: el 2, con guion de Gardner Fox, el 3, con guion de Mike Friedrich, y los 4 y 5 con guiones propios.

No me extraña que Adams fuera un bombazo en ese momento. Uno ve las páginas de Murphy Anderson y ve las de Adams y el resultado es mucho más vivo, más realista, más dinámico.

Los guiones no eran del otro mundo en ningún momento, pero al menos Adams me da que intentaba hacer algo diferente, lo que no está mal.

Michael Zulli y J.M.DeMatteis: Legends of the DC Universe 33-36

El inicio de la serie del Espectro con guiones de J.M.DeMatteis, uno de los trabajos de los que se siente más orgulloso.

Héroes torturados, la búsqueda de la redención, el deseo del perdón, la voz de la conciencia convertida en un fantasma que no te abandona.

Uno lo lee y le encaja en la obra de este guionista como un guante.

Ross Andru y Mike W.Barr: The Brave and the Bold 199

Que Batman es un gran detective es algo que se suele olvidar mucha gente. No Mike W.Barr, que es amante de los whodunnits, y que sabe usar este aspecto siempre muy bien cuando ha escrito a Batman. En este número, alguien ha robado el cuerpo terrenal del Espectro y necesita ayuda.

Y claro, va a pedirla a un gran detective amigo suyo.

Jim Aparo y Michael Fleisher: The Brave and the Bold 180

Es curioso descubrir que, pese a que la etapa de Fleisher y Aparo en Adventure Comics con el Espectro no fue un éxito, porque la cortaron a las bravas por su excesiva violencia, sí volvieron al personaje en este número. Más suave, eso sí.

Brent Anderson y Dan Didio: Trinity of Sin: The Phantom Stranger TPB 1: A Stranger Among Us

Dejé de leer esta etapa porque no iba a ninguna parte el guion con el pobre Phantom Stranger convertido en Judas Iscariote y condenado a seguir traicionando gente inocente.

Al menos, el dibujo de Anderson es más de eficaz.

Dick Ayers y Gary Friedrich: Sgt Fury and his Howling Commandos Annual 6

Este annual tenía varias reediciones pero la gracia está que se le hizo una historia marco donde Nick Fury va a Marvel y conoce a los autores que hacen los cómics basados en sus andanzas de la Segunda Guerra Mundial.

Al final, Fury los invita al cine a ver Patton, por cierto.

Ross Andru y Bob Haney: The Brave and the Bold 75

Una de las cosas más divertidas de esta colección era que ni su editor, Murray Boltinoff, ni su guionista habitual, Bob Haney, querían calentarse mjucho la cabeza con la continuidad.

Les importaba un pito si el Espectro era de Tierra-2 y Batman de Tierra-1. Ellos los juntaban y tan panchos, oye.

Mira, al final resulta que el tiempo les dio la razón.

Carmine Infantino y Bob Haney: The Brave and the Bold 72

¡¡Un número de esta colección donde uno de los dos héroes no es Batman, amigos!!

La cosa va de Flash que va a visitar a su amigo el Espectro a Tierra-2 y es poseído por el fantasma de un aviador de la Primera Guerra Mundial decidido a vengarse de sus antiguos compañeros de cuadrilla.

Lo más interesante es ver a Infantino ya desmelenándose y evolucionando su dibujo a uno mucho más geométrico y expresionista.

Murphy Anderson y Gardner Fox: Showcase 60, 61 y 64

La recuperación del Espectro en Showcase justificaba al personaje como alguien casi divino, pero se alejaba de lo sobrenatural para mostrarlo como alguien cósmico, destrozando planetas, creciendo hasta ser mayor que la Tierra o viajando al Big Bang.

Me divierte mucho ver que intentaban ponerle algún tipo de apodo, aliterativo preferiblemente, tipo el Hombre de Acero o el Corredor Escarlata y no acaban de decidirse por ninguno, porque los cambiaban que daba gusto.

Javier Olivares y Fernando Marías: El enigma Pertierra

Los autores se lo pasaron bomba inventándose a un ilustrador de los años 30 en adelante e intentando hacer creer al mundo que era alguien real.

Aquí está todo el material que fueron creando para ello para una obra inicial, pero después para un blog de Olivares.

Más allá de la propuesta, divertida, lo mejor es poder ver a Olivares enfrentándose a portadas de libros ficticios, discos inexistentes, revistas fantasma, e imitando los diseños de esos productos  de diferentes épocas y países.

Muy gráfico, sí, pero también con mucho contenido.

Mike McKone y Warren Ellis: Endless Wartime

Cuando Marvel intentó recuperar las novelas gráficas, escogió a autores de postín para ello.

Esta obra, con guion de Warren Ellis y Mike McKone, fue una de ellas.

Excepto esta escena, con Lobezno hablando con el Capitán América sobre lo que implica estar en una guerra, lo demás lo he borrado de mi cabeza en cuestión de días. He tenido que volvérmelo a mirar para ver de qué iba y escribir estas líneas.

Insustancial.

Tom Reilly y Al Ewing: Ant-Man: Ant-iversary TPB

Youtube está lleno de videos hechos con inteligencias artificiales sobre trailers de películas si las hubiese hecho Wes Anderson. Es o que tiene un estilo muy marcado: es fácil de imitar.

Aquí Al Ewing se dedica a hacer una imitación impecable del estilo de Stan Lee en plenos años 60, contando historias del pasado del Hombre Hormiga y soltando alguna que otra coña sobre lo birriosos que eran sus villanos,

Reilly muy eficaz y muy bien. No imita a Kirby o a Heck ni falta que le hace.

Muy simpática, la verdad. Espero la continuación con la Avispa con ganas.

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Florence Cestac: La crisis de la mediana edad

Integral con los tres álbumes aparecidos en esta serie de momento, centrados en la vida de una mujer cuyo marido la planta por una más joven a los cuarenta en el primer álbum.

Los siguientes se centran en mostrar su vida después, a los cincuenta y a los sesenta.

Soy muy fan de este tipo de trabajo de Cestac. Me encanta cómo cabalga entre la comedia y el drama y cómo trata según qué momentos de este tipo de historias.

Paco Sordo: Niko 1: Superinventos y grandes trastadas

TEBEAZO.

Un cómic para niños que los adultos van a adorar, con el espíritu de Gumball y Bruguera revoloteando por ahí.

La cosa va de un niño hijo de dos inventores que fabrican unas cosas marcianísimas y lo que hace su hijo con ellas. Nada bueno, ya os aviso.

Divertidísimo. 

Espero que los siguientes salgan pronto. Los necesito.

Manuele Fior: Hypericon

Dos historias paralelas: la del descubrimiento de la tumba de Tutankamon y la de una chica que viaja a Berlín para trabajar en una exposición sobre este tema.

Confieso que me interesa muuuuucho más la primera. La segunda me parece un romance muy visto y la forma de ligar las dos historias, pues me parece un poco forzada y algo pretenciosa, siendo generoso.

Pero como la parte gráfica es muy agradable, hay momentos, escenas, muy bien resueltos, pese a lo obvio, pues el resultado acaba siendo una lectura simpática.

Alfonso Font: Aloma 1: El tesoro del Temerario

Por fin alguien recupera la obra más personal de este gran autor. No es que sea de lo mejor de su carrera y el color me chirría un poco, pero no deja de ser una aventura agradable y donde se presentan una serie de elementos con muchas posibilidades de desarrollarse en futuras continuaciones.

Parece que hay otra. Esperemos que no tardemos mucho en verla por aquí.

Milo Manara: El arte de Milo Manara

Con este rimbombante título Norma edita dos libros de ilustraciones de Manara: uno dedicado a las mujeres, gran sorpresa, y que recoge dibujos de todo tipo, a veces ligados con algunas de su obras más famosas como El clic, pero lamentablemente no hay ningún texto que ubique estos dibujos: recopilatorios, diseños para películas, ilustraciones para revistas o lo que sea. Un poco cojo y un poco cajón de sastre.

Pero lo bueno es la otra obra, donde Manara analiza el papel de las modelos en la historia del arte y aquí sí que Manara se entretiene en contar la historia de esas mujeres, de esos pintores, a veces divertidas, muchas veces dramáticas. Se nota en esos textos que es un trabajo que le interesa y que lo ha disfrutado un montón.

Paco Alcázar: La industria de los sueños 3: ¡Secuela maestra!

Tercer recopilatorio de los chistes de Paco Alcázar para una revista de cine. 

Lo de los directores pidiendo comida me ha parecido algo repetitivo, pero en general los comentarios, hirientes sobre todo, están muy bien traídos y me han arrancado más de una sonrisa.

Gil Kane y Archie Goodwin: Tarzan Sunday Pages 1979-1981

Lo bueno de que la línea Sin Fronteras funcione bien es que ya se atreven con cosas menos típicas. O con etapas menos conocidas.

Es el caso de las páginas dominicales de Gil Kane y Archie Goodwin de Tarzan. 

A ver, no es lo mejor del personaje. A esas alturas el tema del salvaje en la selva africana ya no llamaba mucho la atención. Y si encima las sagas eran cortas, apenas podía lucirse Goodwin.

Pero Kane lo disfrutaba. Uno percibe el placer del dibujante al enfrentarse a este reto, dándole un dinamismo y una vida al conjunto que salva el conjunto sin problemas.

Raquel Gu: La edad estupenda

Unas tiras de El Jueves, más algo de material nuevo para el tomo, sobre un grupo de cuarentones y, sobre todo, cuarentonas y gira sobre sus relaciones, sus distintos modos de vivir la vida y sus diferentes problemas.

Tiene ese punto tan típico de series grupales como Mafalda o Peanuts, con personajes muy arquetípicos: la fantástica, la agonías, el chulo, el gafado, etc... Por eso, es fácil de entrar y de recomendar a gente que no lea habitualmente cómics.

El dibujo es sencillo, claro y eficaz. Muy bien.

Mauro Entrialgo: Cuqui siempre sale

El típico libro de "Escoge tu aventura" pero pasado por el filtro de Mauro Entrialgo, quien nos relata varias historias cortas posibles, y donde pueden aparecer demonios, superhéroes de Marvel, extraterrestres, etc...

Eso sí, la que siempre sale es Cuqui, al menos en alguno de los posibles itinerarios.

Una chaladura muy simpática.

Gonzalo Aeneas y Enric Pujadas: Las olimpiadas del sufrimiento

He tardado en poder leer esta obra porque cada vez que iba a Dolmen a recoger las novedades se les habían acabado las copias que tenían por la redacción. Buena señal, supongo.

Esta novela gráfica gira acerca de la vida y de las depresiones de su dibujante. El guionista es amigo suyo y antiguo compañero de piso. No he podido evitar sentir a veces que aquí había un montón de emoción, de rabia, de pena, de dolor, de miedo y que se exponía sin tapujos, sin preocuparse de lo que puedan pensar los demás, ya sea por valentía o por inconsciencia.

El resultado es una de esas obras que no se olvidan rápidamente. Todo lo contrario, hay material a espuertas sobre el que reflexionar.

No penséis que tampoco esto es un dramón. Hay más de un momento con el que me reí mucho, como alguno en los que aparece el crítico Florentino Flórez.

Muy bien. No me sorprende que ganase el premio Ciutat de Palma de novela gráfica.

Víctor Coyote: Entresijos

Este recopilatorio de una sección que hacía el autor para un periódico madrileño sobre zonas, actividades y personas que se alejan de la idea típica de Madrid es una gozada. 

Por un lado por los temas que trata, tan diversos, tan curiosos. Es difícil que no haya alguna cosa que te llame la atención.

Y por otro por cómo lo cuenta, a veces con mapas, a veces con una narración convencional, a veces con una forma muy dispersa donde enseña multitud de personajes o elementos, o a veces con mapas, nada menos.

Mención especial para el color, saliendo de registro todo el tiempo, buscando más una sensación, un impacto que un trabajo más fiel.

Entretenidísimo.

Keko y Carlos Portela: Contrition

Esta historia sobre una población de Florida, real, donde la mayoría de sus habitantes tienen condenas por abusos sexuales o pornografía infantil cabalga entre el drama y el género negro, me recordó desde el principio que su guionista trabaja sobre todo en televisión.

Ese primer capítulo es como el de una miniserie: escena inicial que marca la trama, presentación de personajes y giro final que te deja con ganas de ver cómo sigue.

Agradezco que tratándose de un tema tan escabroso y tan complicado, hayan sido tan hábiles para no entrar en escenas morbosas innecesarias.

Keko es un dibujante espectacular. Se me hace difícil pensar en otro dibujante encargándose de este trabajo. Aunque reconozco que haya un uso/abuso de ordenador en algunas viñetas, especialmente para mostrar fondos, sigue siendo un dibujante espectacular en su uso de contrastes y del blanco y negro.

Aunque sea para una obra donde lo que abunda más sea el gris.

Emmanuel Guibert: La infancia de Alan

La segunda historia de Guibert sobre el americano Alan se centra en su infancia en California, en su familia, en sus juegos y amistades, en anécdotas triviales y otras más duras.

A mí me dejó con la sensación de leer un cómic ambientado en el mundo de las ilustraciones de Norman Rockwell...