jueves, 28 de marzo de 2019

Luis Bermejo y Antonio Segura: Los 8 anillos de Elibarin

No sé la historia detrás de este cómic del que no sabía su existencia hasta hace unos días en que me lo regaló un vendedor de cómics antiguos como desagravio de una pifia suya.
Pero parece un intento de aprovechar el éxito de la adaptación de la película de animación de El Señor de los anillos que había dibujado Luis Bermejo.
Pero no sé si es que era el primer cómic que escibía Antonio Segura o qué pero ¡vaya, horror! Fantasía mezclada con ciencia ficción a lo loco. Textos de apoyo de lo más farragoso. Presentación de personajes que luego son olvidados. Nombres de lugares, razas, personajes a mansalva.
Un cómic para mirar los dibujos de Bermejo y poco más. Bueno, nada más.


Francisco Ibáñez: Olé Mortadelo 209: El 60 aniversario

Mortadelo y Filemón ya empiezan a tener una edad y ésta se manifiesta en problemas físicos diversos, sobre todo ataques intestinales y urinarios incontrolables, así que los sosias de los mandamases de los USA ésos y de la Corea de arriba acaban meados y cagados cada dos por tres.
En fin, que parece que lo ha escrito un crío de educación preescolar.

jueves, 21 de marzo de 2019

Richard Corben: Obras Completas 2: Hombre Lobo

A Corben siempre le gustaron los Hombres Lobo y les ha dedicado varios relatos. Aquí hay desde unsa primitiva historia a un par hechas con guionistas como Doug Moench pasando por la estupenda La bestia de Wolfton y su secuela.
Aunque posiblemente mi favorita sea Roda y el lobo, versión pulp de la Caperucita Roja y escrita completamente en una lengua inventada pero fácilmente comprensible si uno se para a pensar algo.

Richard Corben: Obras Completas 11: Underground todavía

Un poco los restos de sus historias underground.
Alguna historia muy primitiva, otra mal contada y confusa, otras alargada, una reproducción tirando a deficiente...
Muy para completistas...

Richard Corben: Obras Completas 3: Underground

Aunque toda la obra de Corben tiene unas influencias literarias muy claras (Poe, Lovecraft, Burroughs, Howard), la verdad es que muchas veces, sobre todo en sus primeros años, que se ha puesto en plan épico le sale una vena irónica bastante agradecida, saliéndose por peteneras o rompiendo los tópicos.
Aquí lo vemos en varias ocasiones, pero sobre todo en ese dragón tan tontorrón...

Richard Corben: Obras completas 6: Rowlf y otras historias de la época underground

La exposición de Angouleme me dejó con ganar de releer cosas del de Kansas.
Qué chula es Rowlf, siempre me he quedado con la sensación de ver más de estos personajes. ¡A ver qué haría Corben con la relación entre el ex-perro y su ama!
El resto de historias tienen su gracia: una básicamente cómica, que es puro rollo underground antiestablishment, otra que es una parodia del Magnus, Robot Fighter de Russ Manning, una de ciencia ficción con cierto tono a lo Wally Wood y un par de historias góticas más que dignas, siendo una de ellas una adaptación de uno de los relatos más conocidos de Lovecraft

José Ortiz: Cuando el cómic es arte

Decía el amigo Jordi Borrás, de "Comic Hunter", que para él lo mejor que había hecho José Ortiz era las historia de los Cuatro Jinetes del Apocalipsis.
No sé si lo es, pero si no se acerca mucho.
Qué maravilla de entintado: pinceles, cuchillas, trapos, cuchillas...
Y qué gracia me hace poder comparar la versión original con la reescritura americana para las revistas de la Warren y ver las libertades que se tomaban...

miércoles, 20 de marzo de 2019

Fred Fredericks y Lee Falk: Mandrake: Reyerta en el espacio

Aunque sea el título menos memorable de la línea Sin fronteras, entre el estilo eficaz, sencillo y simpático de Fredericks y los guiones enloquecidos de Falk, que tanto puede ir de gangsters galácticos como de tesoros perdidos en la selva, la diversión está garantizada.

martes, 19 de marzo de 2019

Ambrós y Víctor Mora: Famosas Novelas: El Corsario de Hierro 1

Este tomo recoge los primeros trece números de la Serie Roja dedicada al Corsario de Hierro, es decir, las doce primeras historias largas publicadas en Mortadelo y los cuatro primeros relatos cortos que aparecieron en diversos extras estacionales de dicho título. Víctor Mora tenía ya casi cuarenta años cuando empezó esta serie y muchas páginas en su haber. Había empezado a publicar novelas y libros de cuentos por aquel entonces y, en cómic, había creado ya Sunday y Dani Futuro, dos cómics que se veían ya mucho más modernos de lo habitual. Sus ganas de experimentar y crecer como autor eran palpables.
Decía el gran Perich que Ross MacDonald escribía siempre la misma novela pero que cada vez la hacía mejor, y es algo con lo que estoy bastante de acuerdo. Algo así pasa con las aventuras del Corsario de Hierro. Aunque pensada como una nueva versión del Capitán Trueno, y con el regreso del formidablemente expresivo y dinámico Ambrós, siempre he visto esta serie como la perfección de una fórmula. Sí, es cierto que Mora y Ambrós juegan con el típico trío: el héroe-el Corsario-, el forzudo-Mac Meck- y un tercer personaje (el joven/el cómico) que cae esta vez en la parte cómica, más Fideo de Mileto que Crispín-Merlini-. Si Fideo era un personaje bastante inútil a efectos de acción, no es el caso de Merlini que con sus Gioccos de manni y sus potingues es capaz de salvar de formas creativas más de una situación peliaguda. Pero hay muchas otras diferencias que muestran la madurez y el oficio de Mora que había adquirido con los años.
En primer lugar, porque hay una abundante galería de personajes secundarios, empezando por los villanos, donde muchos son recurrentes, dándole más vida al conjunto y permitiendo a Mora jugar con elementos que no podía usar en sus otras series similares. El primer gran villano es el canalla de Lord Benburry, un antiguo pirata que causó la muerte del padre del Corsario, es decir, responsable del "origen" del héroe y motivo de sus acciones ya que el héroe no es héroe "porque sí". Y si en el primer episodio, La mano azul, se nos presenta al casi omnipresente Benburry y su servil matón Foxie, en el segundo ya aparecen Sinau de Esmirna, Hassan el eunuco y la Capitana Dagas con su fiel Des Brieux. Llama la atención ver que se nos dice que Lord Benburry es el antiguo pirata Mano Azul por tener la mano derecha de ese color pero notar que al poco tiempo se olvidaron del detalle y se le coloreaba de forma normal. Ese color de Bruguera, qué desastre. Pero ya en las siguientes aventuras se van sumando Hakim Reis, Turjan Pachá, la Capitana Dagas y Des Brieux, el Condonttiere Nero...
Luego está la faceta amorosa. Esta serie no tiene el típico personaje de la novia del héroe, a lo Sigrid o Claudia. Pero sí tiene varios personajes femeninos que intentan serlo, con algunas escenas francamente divertidas. Inicialmente se nos presenta a Lady Roxanna, sobrina de Lord Benburry, un personaje dulce y blando, pero pronto viene un desfile. Algunas ocasionales, sí, pero varias serán recurrentes: Diamba, la mulata, la princesa veneciana Bianca di Orsinia más la mencionada Capitana Dagas. Todas ellas mujeres decididas, de acción, capaces de rescatar al Corsario o salvar su vida, como en la primera aparición de Bianca. Que el Corsario viva en un mar de confusiones e indecisiones sentimentales, lo que dará con el tiempo momentos inesperados, hace al personaje más vivo, más real, menos de cartón piedra.
Por la serie también irán pasando y volviendo aliados, a veces encontrados por casualidad, a veces conocidos por otros personajes como Tamak, el forzudo, o Giancarlo, el tío alquimista de la princesa Bianca.
Pero hay un tipo de personaje novedoso e importante: la Vieja Dama del Mar, una filántropa con guarida secreta, pero que viene a ser la madre adoptiva del héroe. Ni del Capitán Trueno ni del Jabato supimos nunca nada de su familia. Estos pequeños detalles son los que lo hacen, para mí, un personaje más verosímil.
Todo este baile de personajes, de enganchar una trama con otra, permite ver que en realidad todo es una gran saga desde el inicio hasta la historia titulada Ambición frustrada, donde se cierran subtramas, como la del hermano de Lord Benburry, con la participación de prácticamente todo el elenco en sus últimos episodios.
La serie tiene un tono más lóbrego y violento que Capitán Trueno o El Jabato. No esconde la miseria de esos tiempos, los abusos de una clase privilegiada, un pueblo sometido por tiranos y sus fuerzas policiales y militares, las ejecuciones de los que les plantan cara. Las comparaciones con el momento en que se publicó inicialmente son mucho más evidentes que en esas otras series mencionadas.
Me divierte, para ir acabando, el hecho de que viendo la primera escena con el Corsario de niño, 1642, y el salto al futuro 24 años después, uno puede ponerle bastante aproximadamente una edad al protagonista, unos treinta y pocos.
Hace años llevé el tomo al Salón del Cómic de Barcelona para que me lo firmara Víctor Mora. Es una de mis joyas sentimentales.





sábado, 16 de marzo de 2019

Floyd Gottfredson: Mickey Mouse 1: Race to Death Valley

Lo que hizo Gottfredson en las tiras de prensa de Mickey Mouse en sus primeros años es algo formidable: una tira de aventuras, con abundantes elementos humorísticos, de continuará -nada de gags independientes-, más cercana al Popeye de Segar que a los cortos de Disney. Los del Syndicate vieron que era el camino a seguir tras los vacilantes pasos de Ub Iwerks, incluidos al final del tomo. Posiblemente la mejor historia de este tomo sea la primera que hizo y que le da título: aventura, humor, misterio, lo que queráis.
Este primer tomo de Fantagraphics permite ver cómo Floyd Gottfredson va desarrollando sus músculos creativos, alternando tramas más abiertamente de acción, con otras casi costumbristas, usando momentos de cortos del momento junto a elementos puramente de cómic.
De la edición de Fantagraphics sólo le pongo un pero: me hubiera gustado una algo mayor. Hay mucho texto y a ese tamaño había momentos que me tenía que dejar los ojos, incluso llevando gafas (¡ay, la presbicia!).
Y, eso ya me da igual, me llamó la atención que, aunque se comentara en alguno de los muchos textos que van en plan extra, no hubiera el típico rótulo que se pone ahora en reediciones de material añejo sobre que incluye material que ahora es visto como racista o similar. Sobre todo en este tomo, donde hay una historia con unos gitanos que ríanse ustedes de la Familia Churumbel de Vázquez.

miércoles, 13 de marzo de 2019

Alex Raymond y Ward Greene: Rip Kirby HC 2

He tenido el libro en la mesilla de noche meses y meses y no llegaba a acabarlo. El dibujo es muy guapo pero a mí estas tramas que parecen más escritas por Douglas Sirk que por Dashiell Hammett o Raymond Chandler... Y es que tanto chantajista y tanto estafador es un poco cansino. Menos mal de las apariciones de villanos como Mangler o "Fingers" Moray (aunque lo recuperasen por la patilla totalmente), al que se suma en este tomo Joe Seven, que siempre animan algo el cotarro. Y Pagan Lee, claro.
Otra cosa es que en bastantes momentos hay tiras con una reproducción realmente deficiente. Lo que tiene bastante delito cuando de muchas se pueden conseguir escaneos de alta calidad de los originales. Menos mal que tengo una colección de fotocopias de las tiras de prensa que conseguí, caritas, hace años y se ven bastante mejor.

lunes, 11 de marzo de 2019

Fred Fredericks y Lee Falk: Mandrake: El Hampa contra Intel-Intel

Sin ser nada especialmente memorable, la llegada de Fred Fredericks hizo que las aventuras de Mandrake se convirtieran en algo más moderno.
Como decía del tomo de dominicales de Phantom, la tira superior es bastante de relleno...
Creo que me quedo con la historia de cómo se conocieron Mandrake y Lothar, que sorprende que no se hubiera contado antes...

viernes, 8 de marzo de 2019

Florence Cestac y Jean Teulé: Je voudrais me suicider mais j'ai pas le temps

En el álbum sobre Futuropolis, Florence Cestac dedicaba algunas páginas al dibujante Charlie Schlingo comentando que se merecería una obra en exclusiva. Junto a Jean Teulé, otro que lo conoció, la acabaron haciendo. Un título genial, por cierto: Me gustaría suicidarme pero no tengo tiempo.
Schlingo era un dibujante de minorías, pero muy fieles, que falleció en un accidente idiota en su casa a los 49 años. Desde entonces, hay un precio con su nombre en el Festival de Angouleme y su obra se reedita por L'Association, entre otros.
Pero él, Schlingo, era todo un personaje. Enfermo de polio. Seductor improbable. Alcohólico. Algo yonqui. Con prontos agresivos. Víctima. Matón. Bohemio. Follonero como él solo. Tan adorable a momentos como odioso en otros. Las historias sobre él son incontables.
El resultado es entretenido pero también algo superficial al estar más centrado en contar algunas anécdotas que en darle un poco más de profundidad a los personajes, o como mínimo al protagonista, lo que da muchas veces la sensación de que Schlingo era un enigma incluso para sus amigos...

Joe Bennett y Al Ewing: Immortal Hulk TPB 2: The Green Door

Potentísimo.
La trama principal va cogiendo forma, con apariciones de personajes conocidos como los Vengadores o el Hombre Absorbente. Veremos cómo sigue.
El tono terrorífico, con alguna nota gore, se mantiene, lo que le da una personalidad propia a la etapa de Ewing y Bennett.
Hay cambios morales en el protagonista que veremos si se mantienen o corrigen.
E imágenes de las que me voy a acordar mucho tiempo.
Potentísimo, ya os digo.

miércoles, 6 de marzo de 2019

José Sanchis: Pumby: El mundo de los sueños y otras historias

Un tomo tan simpático como el primero. Humor blanco, elementos fantásticos y absurdos, mucha imaginación, un grafismo idóneo, una selección impecable...
Una joya.

lunes, 4 de marzo de 2019

Sy Barry y Lee Falk: The Phantom: El origen de la Patrulla de la Jungla

El primer tomo de las páginas dominicales de The Phantom de Sy Barry y Lee Falk permite ver uno de los grandes problemas de las sundays frente a las tiras diarias, a partir de los años 40, y es que tenían que hacer un formato puzzle que tuviese viñetas de quita y pon, de relleno, para que se pudiesen publicar en formato de página entera, de media página (tres tiras horizontales, que es el más completo y el que se ha publicado) y el de tercio de página (que prescinde de la primera tira; de hecho, la lectura es más fluida sin ella), según cómo se ordenase el rompecabezas. Esto causa que haya momentos de cierto impasse o algunas repeticiones lo que acaba provocando una ralentización de la lectura si se compara con las tiras diarias.
De todos modos, mentiría si no dijera que me he divertido un horror con alguna de las historias de este tomo, especialmente con la que da título al volumen o la del "Viejo Calvo", dos historias que pasaron a ser parte fundamental de la mitología, de la continuidad, del Espíritu que Camina...

Francisco Ibáñez: Olé 87: Mortadelo y Filemón: Cada día una trifulca

Un número de la colección Olé con varias historias cortas y, de plato principal, Chapeau el "Esmirriau", uno de esas historias básicas de los personajes estrella de Ibáñez.
Desde que supe que "Chapeau" es "sombrero" en francés y se pronuncia "chapó", me pregunto si debería decir "Chapó, el esmirrió" o decirlo literalmente...Supongo que lo último por el "Riau, riau" del susodicho.
Vista ahora se nota mucho que, pese a que Chapeau tenía recursos cómicos con su sombrero, los gags son prácticamente iguales: Chapeau va por la calle, Mortadelo y Filemón intentan atacarlo de alguna forma y fracasan estrepitosamente. Supongo que por eso hay varios capítulos sin que salga Chapeau, y están dedicados al perro que les tiene que ayudar. Por decir algo. Curiosamente, son los mejores momentos del álbum...

David Ramírez: The DR Files

Todos tenemos un pasado y unos primeros pasos.
Este tebeo de grapa recoge varias historias cortas de David Ramírez con unas influencias manga muy evidentes, con unas páginas, a modo de historia nueva, que sirven como marco.
Muy fresco y muy divertido, pese a los años transcurridos.


Linhart: Fin

Historias cortas, negras, que buscan el desasosiego y el mal rollo del lector y lo consiguen.
¡Una juerga, amigos!

Pep Brocal y Manel Fontdevila: ¡Hola, terrícola!

Un álbum que ni vi en su momento y que he podido conseguir hace poco.
Hay una expresión en inglés que me gusta bastante: tongue in cheek, lengua en mejilla, que es una forma de decir que algo no se cuenta en serio, que hay sorna e ironía en el fondo.
Este álbum es puro tongue in cheek. Sí, sus historias tienen algo de The Twilight Zone o de las historias cortas de Stan Lee y Steve Ditko en colecciones como Strange Tales o Tales to Astonish, y no son abiertamente paródicas la mayoría de ellas, quedándose en una mirada socarrona pero llena de afecto a este tipo de historias de ciencia ficción y fantasía de serie B.
Otras ya sí son directamente humorísticas y son las que "suenan" más, por los diálogos, a Manel Fontdevila.