Álvaro Ortiz nos sorprendió durante el estado de alarma subiendo cada día cuatro páginas, o más, de una historia que contaba la odisea de un pseudo-Batman persiguiendo cervezas y luchando contra el crimen durante el confinamiento.
Me encantó. Me reí horrores con esta historia demencial y con unos diálogos que parecen escritos por un resucitado Ivà. Y algunos homenajes que va metiendo por ahí y algún chiste meta me parecen realmente ingeniosos.
Hoy ha salido a la venta, he corrido a comprarlo, lo he vuelto a leer y me han vuelto a saltar las lágrimas con algunos momentos.
Y se lo dije a Álvaro y lo repito: si alguien hace una camiseta con esta imagen, la compro fijo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario