Esto no es el final de una historia en dos tomos.
Es el final de un origen.
Y menos mal, porque me he quedado con unas ganas horrorosas de leer más aventuras de García y Antonia.
Creo, ¿eh?, porque aún quedan muchas cosas por contar...
Me he reído horrores con algunos momentos (¡ese García contando chistes machistas en una boda gay! ¡ese García-móvil!)), porque hay crítica, porque hay acción a mansalva.Y hay algo muy del cine español, ese cuidado por los secundarios...
Quiero ver a García usando camisetas imperio, fumando Celtas, bebiendo Soberano, soltando barbaridades, comprando Linimento Sloan y el after shave Floïd, descubriendo la pasión por las coplas de una buena parte del colectivo gay, enterándose de que Lola Flores ha muerto pero Raphael sigue vivo, que el No-Do ahora se llama La Razón o El País o que las corridas de toros están prohibidas en muchos sitios.
Y machacando malos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario