lunes, 5 de diciembre de 2022

Michael Avon Oeming y Dwayne McDuffie: Avengers Classic 1-12

La colección Avengers Classic reeditaba la colección original de los Vengadores con unas portadas muy guapas de Arthur Adams y unos complementos cortos que han sido muy resultones. Ha habido uno de Bruce Banner despertándose en la cárcel y preguntándose qué había pasado, otro con Rick Jones y el Capi en el pasado con un final de humor negro muy pasado de vueltas, otro dibujado por Kano con la primera conversación del Capitán América y Spider-Man, todos estupendos.

Pero éste es posiblemente uno de mis favoritos. Oeming es casi una copia de Mignola y le da un uso al color maravilloso. Sobre todo en una historia que gira sobre el blues, la tristeza, el color azul y todo eso. Y protagonizado por el Capitán América recién descongelado. Una bonita sorpresa.



Javier Garrón y Jason Aaron: Avengers TPB 10: The Death Hunters

No acabo de ver a Mefisto como villano de los Vengadores. Y ese plan de sacar supervillanos de otras dimensiones es un poco traído por los pelos. Sobre todo porque los Vengadores fallan más que una escopeta de feria.

Pero tiene sus momentos. Aaron empieza a cerrar sus tramas para acabar su etapa. Veremos cómo sigue. 

Eso de que Batman, o sea, Halcón Nocturno esté ahora en el grupo me parece divertido. Aunque me tengan más que perdido con tanto personaje del mismo nombre. Y a ver si rehabilitan algo a Namor, ya puestos.



Ryan Ottley y Nick Spencer: Amazing Spider-Man TPB 1: Back to Basics

Dejando alguna cosa como lo tonto que resulta el tener a Spider-Man compartiendo piso con un supervillano, lo más interesante es ver qué pasaría si el Trepamuros y Peter Parker se separaran y fueran personas diferentes.

No es un gran comic, pero sí es eficaz y simpático. Miraré de leer algo más de esta etapa.



Hannah Templer y Grace Ellis: De otro planeta

Una biografía de un momento importante de la novelista Patricia Highsmith, cuando estaba escribiendo cómics a su pesar (los odiaba), intentaba vender su primera novela y lidiaba con su homosexualidad, que la avergonzaba.

Highsmith era una persona con muchos puntos discutibles, odiosa incluso. Y aunque algo apuntan las autoras, se quedan siempre con lo mejor, haciendo un retrato de una mujer que sufría, frustrada, con el corazón roto y que se rompió los cuernos para sacar su segunda novela, una sobre una relación lesbiana que acababa bien, lo que fue un hito en su momento en la comunidad gay.

Se nota muy documentada. Algunos detalles sólo los pillaran los más conocedores de la vida de la autora de Mar de fondo, pero no importa. Todo ayuda a darle una sensación de tridimensionalidad al personaje central. Lo de la cita con Stan Lee tiene mucha gracia. Tengo que investigar si es cierto o no.



Víctor Santos: Moon Eaters

Me encanta el amor que tiene Víctor Santos por los géneros y cómo se mete en ellos sin manías, arremangándose y jugando con ellos, mezclándolos, con sus influencias claras y sin complejos.

Aquí tenemos un excriminal y una secta, monstruos humanos y sobrenaturales, novela negra y fantástica. Un personaje salido de un libro de Elmore Leonard que acaba en una pesadilla de terror japonesa.

La verdad es que, diversión aparte, me ha llamado mucho la atención  algunos juegos narrativos, que van de lo sutil y minimalista a coreografías y movimientos en intensas escenas de acción.

Una lectura muy satisfactoria.



David Rubín: El fuego

Esperaba este cómic con verdaderas ganas porque, ya lo he dicho muchas veces, me interesa más el David Rubín guionista que el dibujante, sin que no me interese éste. Creo que sus cómics en solitario siempre han sido mucho mejores que los que ha hecho con algún guionista, por muy bueno que pueda ser.

Y encima iba de cómo alguien se enfrenta al fin del mundo, una de mis debilidades.

El resultado es una de esas obras con "peso", de las que te siguen en la cabeza días después de leerlas. Hay partes, detalles, que no me convencen como algunos efectos digitales, que me sacan de la historia porque no los veo muy integrados con el estilo de dibujo, los veo, no sé, algo "postizos".

Pero ese giro final, tremendamente loco y arriesgado porque podría haber hecho que se derrumbase la obra pero que me convence, ese retrato de ese protagonista patético, despreciable pero humano o cómo cuenta algunos momentos (el choque de la nave con el asteroide, el inicio que combina la destrucción de un planeta hace millones de años con el origen de la vida del protagonista) me parecen estupendos.

A ver si no tarda tanto en volver a escribir algo...

Porque esa historia corta y formidable de Superman es un caso aparte...




Carlos Pacheco y Marc Guggenheim: Squadron Sinister TPB

Una historia que salió por un macroevento, que si no aún estaríamos esperando.
El Escuadrón Siniestro es una Liga de la Justicia de América oscura sin remilgos. Los guiños son constantes y es buena parte de la gracia. Me pregunto cuántos eran idea de Carlos.
En fin.
Lo de mezclar a los tres grupos de soldados de la Segunda Guerra Mundial me ha parecido estupendo, aunque a más de uno no conocerá a la mitad de ellos, visto lo poco que se han reeditado...


Steve Epting y Garth Ennis: Sara TPB

Tengo la impresión de que lo que más le gusta escribir a Ennis son las historias bélicas y que sus historias más gamberras y populares son un poco el impuesto revolucionario que ha de pagar para poder darse estos caprichos.

Esta tiene una protagonista muy potente, de esos personajes que disfrutas de pasar el rato con ellos aunque no sepas nunca por dónde te van a salir, y una ambientación poco vista: francotiradoras rusas. La pega es que su mensaje anticomunista es un poco machacón y pesadito, de esos que te hacen recordar las historias de Boixcar.



Francis Portela: Childhood Memories

Un sketchbook de lujo, con tapa dura y que recoge dibujos varios, de personajes que han interesado en algún momento al autor por algo.

Lo más loco es este dibujo, basado en el personaje de Caroline Munro en la película Star Crash.



Francis Portela: Sketchbook 2: Still Just one L

Segundo sketchbook de Francis Portela con un poco de todo, dibujos hechos por placer, algunos encargos...

Lo mejor siempre son los personajes que no te esperas porque no deja de ser algo sorprendente.



Moebius: La faune de Mars

Un montón de dibujos de bichos raros, presuntamente creados por el Mayor Grubert para repoblar Marte.

Todo muy marca de la casa, con un tono entre orgánico y sexual muy loco.



Dan Barry y Harry Harrison: Flash Gordon 1957-1958: El péndulo del tiempo

La llegada de Harrison hace historias compactas, claras. potentes. Pero pocas hay como la saga de los Skorpi, que empieza en este tomo y que es uno de los puntos álgidos de la serie.
Un cierto tono terrorífico le va de perlas a la serie, por cierto.



Chris Samnee y Laura Samnee: Jonna y los megamonstruos

Un cómic destinado a los lectores más jóvenes con unas niñas protagonistas metidas en un futuro apocalíptico con monstruos gigantes.

Sobre el papel muy bien. Samnee en un gran dibujante. El proyecto parece simpático.

Pero los personajes no me hacen puñetera gracia e incluso hay momentos un tanto confusos, lo que extraña con lo bien que suele contar las cosas este autor.

En fin, supongo que seguiré pero si sigue como hasta ahora, creo que me plantaré rápido.



Kei Koga: Trace 1

Si Brutal es como Dexter, esto es como CSI: Tokio.

Dos técnicos del laboratorio de la policía, uno con un pasado turbulento, se dedican a buscar pruebas en diversos crímenes, de violaciones a asesinatos. Muy sórdido todo, ya aviso.

Se nota que el autor tiene cierta experiencia en esto, porque hay una gran sensación de verosimilitud.



Ryo Izawa y Kei Koga: Brutal 1

Me llamó la atención y le quise dar una oportunidad.

La cosa es un poco como Dexter, para que nos entendamos. Va de un detective de la policía que en sus ratos libres se dedica a torturar y matar criminales tremendamente odiosos. En este primer número se las tiene con psicópata que asesinó a unas niñas y mandó a sus padres los restos descuartizados, y con una banda de universitarios ricos que se dedican a violar en grupo. Muy salvaje, muy violento, muy gráfico, muy desasosegante, muy escabroso.

No te deja indiferente, no.

Veremos cómo sigue.



Picanyol: Ot el Bruixot 2

 No sé yo si funcionará mucho fuera del ámbito de lengua catalana, aunque se haya hecho una edición en castellano.

Para los interesados en los trucos de magia y manualidades que no sepan catalán, claro, porque la serie muda...

La serie sigue siendo un placer, con esas historias cortas y mudas, que me recuerdan tanto a los dibujos animados de la Pantera Rosa en más de una ocasión.

Lo único que creo que se ve un poco raro ahora son los múltiples gags basados en la mujer de Ot persiguiéndole para arrearle con la escoba, eso sí.



Picanyol: Ot el Bruixot 1

Una de las series clásicas de Cavall Fort.

Lo de ponerle unas páginas con trucos de magia y manualidades infantiliza el producto innecesariamente.

Que una cosa es que sea de un humor blanco níveo y otra que sea sólo para infantes.



Furillo: El maestro

Un recopilatorio de páginas de esta serie publicadas en el TMEO y que acaban siendo una orgía de chistes escatológicos no apta para estómagos sensibles.

No es mi caso. Yo me he reído mucho.

Tengo un amigo que es muy tiquismiquis. Creo que se lo regalaré, sólo para poderle ver la cara.



Alfonso López: Una tarde con Himmler

A veces me siento un poco como si predicara en el desierto a la hora de contar las bondades del díptico que fueron Estraperlo y tranvía y El solar, dos cómics maravillosos que eran un homenaje a los personajes clásicos del cómic de humor de la postguerra, oficial en el caso del primero y más pirata en el segundo, y un retrato entre crítico y costumbrista de la vida de esos años.
Ahora, que el díptico es trilogía, no puedo estar más contento con esta historia que mezcla a las Hermanas Gilda, perdón, Haywort, con los hermanos Marx, perdón, Bakunin y que presenta a Josep Pla conociendo a Ian Fleming o Juan March haciendo lo mismo con Churchill. 
Puede que haya demasiados guiños y cameos para lo que dura el cómic, puede que el final sea algo precipitado, pero mentiría si no dijera que me ha parecido muy divertido, muy inteligente (los diálogos son estupendos) y una delicia absoluta.


Rubén Pellejero y Juan Díaz Canales: Corto Maltés: Nocturno berlinés

Me parece muy inteligente llevar a Corto a la Alemania de la República de Weimar, con el fascismo creciendo, lo que lleva a algunas frases que pueden interpretarse perfectamente en clave actual, intencionadamente, sospecho. 

Díaz Canales sigue sabiendo escribir unos diálogos muy a lo Pratt y Pellejero se pasea con comodidad entre su estilo y uno más canónico con el personaje. Me han gustado especialmente algunos detalles, como la escena de la película donde Corto acaba participando de casualidad.



Gosho Aoyama: Detective Conan 11

Pues más de lo mismo. Espero que la cosa siga así, la verdad, porque es un entretenimiento de primera.

Asesinatos en habitaciones cerradas a mansalva, pero también varias buenas historias. La del primer caso del protagonista, un asesinato en un avión con un arma muy inesperada, tiene especial gracia.



Enrico Marini: Noir Burlesque 2

 Final del díptico... de momento, ya que hay un detalle que hace pensar que Marini no ha acabado de contar las andanzas de Slick y compañía.

Si el anterior era la presentación de personajes, este álbum es pura acción: disparos, muertos, traiciones, venganzas. 

Se lee en un suspiro, pese a su extensión mayor a la de un álbum corriente.

Muy entretenido y con algunas viñetas de ésas que quitan el hipo.