jueves, 31 de enero de 2019

Giancarlo Alessandrini y Claude Moliterni: Indiana Jones et le secret de la pyramide

Una cosa rara que me encontré por cuatro euros en Angouleme: un álbum promocional de la Shell (lo debían de regalar o vender barato en sus estaciones de servicio) de Indiana Jones, con guión de Claude Moliterni y dibujos de Giancarlo Alessandrini, el de Martin Mystere. Buscando información veo que se publicó inicialmente en Bagheera, la editorial que fundó Moliterni cuando dejó Dargaud. Ni idea de que existía esto hasta que lo vi.
La historia es una aventura de Indiana Jones clásica: mapas del tesoro, ambientación egipcia, malos alemanes, trampas, maldiciones... Nada sorprendente ni especialmente memorable pero simpático.
Especialmente por ver a Alessandrini trabajando en una franquicia así y manteniendo un estilo muy alejado de los cómics americanos, al ser más cercano a la línea clara, aunque el color sea bastante espantoso, como de estudiante de Photoshop de 1º que intenta imitar a Moebius.
Hay un segundo álbum. Si lo pillo barato me lo compro.

Igor Kordey y Darko Macan: Marshal Bass 1: Black And White

Primer álbum de una serie que en Francia ya va por el cuarto.
Macan engancha, usando con oficio y olfato los tópicos del género y saltándoselos cuando le interesa. A los fans de los spaguetti westerns creo que les gustará por su crudeza, su héroe solitario no demasiado heroico enfrentado en solitario a una banda y todo lo que suele ser habitual en esas películas. Sólo le falta una banda sonora de Morricone.
Y Kordey se lo pasa bomba dándolo todo. La página doble del asalto en un pueblo es brutal e hipnótica.
Espero que no tarden mucho en sacar el siguiente.


Margerin: Momo 1: Momo le coursier

El cierre de ciertas revistas en los 80 provocó que ciertos autores desaparecieran del mercado español totalmente, o casi. Uno de estos afectados fue Margerin, un autor por el que siempre he tenido bastante debilidad, supongo que porque trataba temas de rockers en un momento en que yo iba de ese palo.
Otra de sus series es ésta, protagonizada por Momo, un mensajero que recuerda mucho en actitud a su Lucien (Lucky en alguna edición).
Margerin sigue practicando humor tirando a costumbrista, aunque esta serie tiene un ojo puesto en los ambientes del extrarradio, en la evidente presencia de musulmanes en la sociedad francesa (el mismo protagonista, por ejemplo, ya que Momo es en realidad Mohamed), los problemas de bandas, enfrentamientos con la policía o el Frente Nacional de Le Pen.
Entretenidísimo. Y he aprendido argot a patadas, todo sea dicho.

miércoles, 30 de enero de 2019

Loro: Sale temps pour mourir

Algunas de estas historias fueron publicadas en revistas de Nueva Frontera. Desde entonces creo que no se ha visto nada de Loro en España. Lo que es comprensible ya que murió a finales de los 90 y buena parte de su labor como dibujante fue para prensa (aparte de que fue también entrenador de arco olímpico).
Este tomo de su personaje Abe, el detective es una recopilación de historias cortas que parodian los tópicos del género negro clásico. El tipo de humor recuerda mucho a lo que podría salir en la revista MAD y a autores como Kurtzman, Elder, Davis y sobre todo, Wally Wood. Aunque si hay una influencia clara en el dibujo es la de Will Eisner.
El resultado es irregular, ya que hay algunas historias estupendas, otras muy brutas pero graciosas y otras un tanto inanes.
Pero el punto fuerte es el dibujo, ya os digo, y es lo que consigue que el resultado final sea mucho mejor.

Berthet y Raule: El arte de morir

En el mercado francés es fácil encontrar la combinación de dos españoles o, sobre todo, de un guionista francés y un dibujante nacional. Más difícil es encontrar un dibujante francés trabajando con un guionista de por aquí.
Me apetecía mucho leer este álbum. Conocí a Berthet leyendo la serialización del segundo álbum de Le privée de Hollywood en Spirou en los años 80 y lo he ido siguiendo con bastante interés desde entonces. Verlo trabajar con Raule me parecía como mínimo curioso y digno de leerse.
El resultado es un álbum de género negro muy polar de ambientación barcelonesa sin caer en la postal turística, elegante, con un hábil uso de los flashbacks, un arriesgado uso de encuadres para mantener el misterio de un personaje y una mezcla de intriga, desarrollo de personajes y acción que hizo que devorara el álbum con ganas.
Curiosamente, siendo un álbum "serio", en el que no hay momentos graciosos o chistes para aliviar la tensión en ningún momento, al ver esta viñeta no pude más que explotar a carcajadas ante la incomprensión de mi mujer...
¡Cosas mías!

lunes, 28 de enero de 2019

Midam y Adam: Game Over 1: Blork Raider

Una de mis series favoritas de la revista Spirou. Pero no tenía ningún álbum. Me molesta, por lo completista que soy, que se salten historietas, eso sí.
Pero las historias del pequeño salvaje, la princesa y los monstruos, protagonistas del videojuego al que juega Kid Paddle (la serie original de la que Game Over es un spin-off), con esos finales salvajes donde uno de los dos primeros, o ambos, mueren siempre de forma cruel, a veces de forma de lo más sangrienta, me divierten un horror.

Franquin y Gotlib: Slowburn

En uno de los primeros Fluide Glacial, se publicó una historia de tres páginas de dos monstruos del cómic en francés, Franquin y Gotlib. En realidad, era un cómic de dos páginas, pero el segundo manipuló (girando, añadiendo diferentes efectos de sonido, alterando algo los ojos) bastantes viñetas de los dos protagonistas para convertirla en una de tres. La anécdota iba sobre dos gatos intercambiando fluidos y el título se refiere a los slowburn gags, un tipo de humor que le gustaba a Gotlib.
Esta historia había sido editada en plan pirata y sólo una vez en una edición especial.
Ahora se edita en un tomo pequeñito, con lomo de tela que es una preciosidad, con su texto, la historieta original montada para que aparezca en algunas páginas más y, para terminar, imágenes de los originales de Franquin que fueron manipulados e indicando en qué momentos.
El resultado puede ser innecesario y otros lo verán carito por la poca chicha que trae, y lo entiendo. Pero a mí me parece un objeto encantador, la verdad.
¡Mari Kondo, que te...!

Carlos Giménez: El discriminador

Posiblemente una de las peores obras de Carlos Giménez.
¿Sabéis esa gente mayor que protesta de cómo está el mundo, que lo que desea en el fondo es volver al pasado y que no se adapta ni se quiere adaptar a los cambios?
Pues algo así.

Keko y Antonio Altarriba: Yo, loco

Esta nueva colaboración de Keko y Antonio Altarriba sigue con sus tramas de intriga, atmósferas conspiroparanoicas y cierto afán de denuncia.
Como el tema farmacéutico lo conozco de cerca, me he divertido mucho con ciertos guiños a compañías reales (Pfizer, principalmente) y a ciertas políticas de investigación.
Tras ver la edición francesa, que usa una impresión dorada de lo más hortera, me quedo con la de Norma, sin lugar a dudas.
A ver cómo sigue el "Yo, mentiroso".


martes, 22 de enero de 2019

Paco Roca y Guillermo Corral: El tesoro del Cisne Negro

No es por llevar la contraria pero los parecidos con Tintin o Salgari que tanto he escuchado, y se pregonan desde la contraportada, no los veo por ninguna parte, más allá del parecido del título con El secreto del Unicornio.
A mí, esta absorbente y trepidante obra me ha recordado muchísimo más los thrillers judiciales de John Grisham, por ejemplo, con esas informaciones que salvan el caso in extremis, esos abogados implicados emocionalmente en ganar el juicio, esas pruebas ocultas que se acaban consiguiendo de formas poco ortodoxas. Aunque más que judicial sea casi un thriller burocrático, la verdad, con sus informes de ministerio que nadie lee, sus politiqueos varios, sus objetivos contrapuestos según qué departamento estatal sea...
Lo de que funcione tan bien, que sea tan ameno, tiene mucho mérito porque podría haber sido árido y no es el caso para nada. Lo devoré con verdaderas ganas.
Eso sí, que Guillermo Corral aparezca en los créditos como único guionista me permitirán ustedes que lo ponga en duda. Esos toques de humor, esos tics humanos de los personajes, la forma en que se desarollan las conversaciones me recuerdan demasiado a anteriores trabajos de Paco Roca como para no pensar que ha metido mano en más de un momento.
Y, para acabar, esos marcos de página de colores para destacar dos partes importantes de la historia es una gran idea.

viernes, 18 de enero de 2019

Florence Cestac: La veritable histoire de Futuropolis

Hace tiempo, el amigo Ángel de la Calle me recomendó este álbum. Empecé a leerlo y me parecía muy interesante pero no llegué a acabarlo. Lo he tenido un montón de tiempo en la pila de la mesita de noche. Ahora que la semana que viene iré a Angouleme donde hay una expo sobre Futuropolis, creo que era el momento de liquidar cuentas pendientes.
Florece Cestac es una de las autoras más destacadas del mercado francés pese a que sólo se le haya visto por aquí alguna historia corta en alguna revista de los años 80, que era lo único que había leído suyo.
No acabo de entender que ningún editor se haya acordado de ella. Al menos con alguna obra como ésta que es una delicia.
En este álbum de unas cien páginas en blanco y negro, Cestac se pone en modo autobiográfico y cuenta cómo a principios de los años setenta llega a París con su pareja, Étienne Robial(el diseñador de los logos de Métal Hurlant y A Suivre), y acaban cogiendo con un par de amigos la única librería especializada en cómics de la ciudad: Futuropolis. Tras un tiempo empiezan a editar alguna cosa y pronto Cestac y Robial dejan la librería para centrarse en publicar tiras de prensa clásicas, autores franceses olvidados y mucho material de nuevos autores. La editorial fue creciendo, ampliando personal y tirando bastantes años hasta que acabó cerrando. Para entonces Cestac ya no estaba en la editorial ni con Robial.
No sé qué me ha gustado más, si lo bien explicado que está el día a día de una pequeña editorial de esos años, si algunas de las anécdotas, si las apariciones de nombres bien conocidos (Crumb, Vaughn Bodé, Tardi, Swarte, Druillet...), si las historias de los amigos y colaboradores que se fueron cruzando en sus vidas o la sutil mezcla de drama y humor. Todo está tan bien equilibrado que es difícil escoger...
Ya me he apuntado un par de cosas de Cestac que quiero leer...
La viñeta escogida pertenece a la anécdota que más me ha hecho reír. Editaban una tira de prensa de un superhéroe (no se menciona pero doy por hecho que eran las de Superman) y se divertían alterando el dibujo para que el héroe tuviera un paquete más grande.


Joe Bennett y Al Ewing: Immortal Hulk TPB 1: Or Is He Both?

Hablando de Al Ewing por Facebook, el amigo José Manuel Estébanez me recomendó esta otra obra de Ewing y yo escucho a los amigos.
La verdad es que la he disfrutado mucho. Joe Bennett es más que competente y muy espectacular, un tanto Bryan Hitch en algún momento, pero la gracia está en el guión, con una versión de Hulk que une elementos de la serie de televisión (Bruce Banner en plan fugitivo de ciudad en ciudad resolviendo problemas y una versión femenina del periodista Jack McGee persiguiéndolo) con las características del primerísimo Hulk, transformándose en monstruo de noche y recordando la inspiración original de Jekyll y Hyde. El título del tomo remite a la portada del Hulk #1, toda una declaración de intenciones.
Hulk es un personaje mutante y cada autor lo ha llevado como ha querido: más bueno, más cabrón, más listo, más tonto, gris, verde, más fuerte, más flojo, etc... Esta versión me convence porque tiene elementos de casi todas las versiones en una mezcla bastante afortunada.
Y aunque se plantee inicialmente casi como historias unitarias, ya se empieza a entrever una subtrama que puede dar mucho juego. Además te deja el tomo con un final de los de morderte las uñas.
Sigo fijo.

Joe Quinones y Gabby Rivera: America TPB 2: Fast and Fuertona

El final de la serie funciona bastante mejor. El humor es constante, ya desde el título del tomo. Me divierte horrores cómo se cita a Selena, a Chavela Vargas, a Almodóvar, a Del Toro, en plan orgullo racial.
O cómo va America Chavez con sus uniformes cambiantes, especialmente uno que parece el de un equipo de fútbol.

Joe Quinones y Gabby Rivera: America TPB 1: The Life and Times of America Chavez

Una colección curiosa, a medio camino entre Love and Rockets y Madman.
Lo mejor para mí es el dibujo de Joe Quinones, la protagonista que tiene personalidad para dar y tomar e y la sorna de muchos de los textos de apoyo.
Lo peor que la guionista Gabby Rivera a veces se pierde un poco por las ramas y otras apenas da información para los recién llegados al personaje, como un servidor, por lo que hay momentos que se eternizan y otros que vas más perdido que un pulpo en un garaje, algo que sospecho se debe un poco a la bisoñez en los comics de Rivera.

martes, 15 de enero de 2019

John Byrne y Chris Claremont: Iron Fist Marvel Masterworks 2 HC

Aguanta el tipo pese a los años transcurridos desde su publicación. Byrne era fresco, potente y dinámico. Me divierten mucho esas viñetas donde dibuja a los personajes varias veces, dando un resultado especialmente cinético, o donde aparecen autores de Marvel en plan sorpresa.
Y Claremont sorprende, recuperando villanos olvidados, creando algunos, o usando diversos invitados sorpresa. A veces es algo discursivo y explicativo, sí, y también algo tramposo en las tramas si uno las analiza un poco pero es todo tan entretenido que me da bastante lo mismo, la verdad.
La imagen seleccionada es mi pequeño homenaje al Hero, el fanzine de Juan Carlos Cereza. Nostalgia.

sábado, 12 de enero de 2019

Al Williamson y Archie Goodwin: X-9 Agente Secreto Corrigan 1: 1967-1968

Pese a ser una de las grandes series de las tiras de aventuras, una de las últimas, de hecho, esta obra de Al Williamson y Archie Goodwin nunca había sido muy bien tratada en España. Parece que va a tener una nueva oportunidad. Espero que dure y los amigos de Sin Fronteras puedan completar este vacío imperdonable.
Y encima esta vez las historias se reproducen en orden (y no como en Garbo), en tomos con aventuras completas (excepto la última viñeta de cada aventura, claro, que es el punto de enlace con la siguiente), y, sobre todo, con una calidad de imagen espectacular. He comparado esta edición con la reciente de IDW y ésta, por comparación, se ve con las líneas empastadas en la mayoría de ocasiones.
Williamson está en modo Alex Raymond total en numerosos momentos, tanto narrativos como del dibujo en sí. No le pongo pegas, claro, aunque reconozco que me gusta más su trabajo posterior, más propio, más suelto, con más fuerza y con un Corrigan en plan autorretrato.
Y Goodwin engancha con sus tramas, sencillas, directas, sin tiempos muertos. Porque el gran problema de muchas tiras de prensa al leerse recopiladas es que muchas veces hay repeticiones constantes de lo que ha pasado y puede acabar siendo pesado. Goodwin lo evita prácticamente todo el rato, haciendo que se lea muchísimo mejor.
Yo lo he devorado.

Alan Davis y Al Ewing: Captain America and the Mighty Avengers TPB 2: Last Days

Pues el motivo de leerme los dos tomos de esta colección de corta vida fue poder leerme Captain Britain and the Mighty Defenders, una miniserie de dos números ligada a otro crossover y que dibujaba mi admirado Alan Davis.
Antes tenemos los dos últimos números de la colección, más centrados en la emotividad, en la humanidad de los personajes, en la sensación de desastre inminente y en cantarle las cuarenta a los cantamañanas de los Illuminati. Muy majos.
La miniserie de Davis, con guión de Al Ewing-como todo el recopilatorio-, juega a la mezcla de universos (el tradicional y el Nuevo Universo) y a las versiones alternativas de los personajes. La gracia está en que que los dos autores, británicos y con pasado en la revista 2000AD, se dedican a homenajear a algunos de sus personajes más populares. Me ha encantado ver a Emma Frost de Juez Anderson o que War Machine es un Robuster.
Para acabar de completar el tomo con algo más de Vengadores, se incluye un número de Avengers Assemble ligado al crossover de la Era de Ultron, donde Ewing se dedica a  hacer más homenajes británicos, que van desde olvidadas series de cómic al más conocido Doctor Who, con los Ultron en plan Dalek aprendiendo a decir "Exterminate!". Tiene su gracia, aunque sea un relleno total.
Tengo que leer más a Ewing, definitivamente.

Iban Coello y Al Ewing: Captain America and the Mighty Avengers TPB 1: Open for Business

Como las ventas de los comic books no son tan boyantes como antaño, desde hace tiempo venimos sufriendo constantes reinicios de colecciones para aprovechar el impulso de los números uno, reinicios que duran hasta que se acerca algún número redondo y potente-múltiplos de centena, normalmente-, lo que me ha acabado provocando una sensación de no saber qué viene antes o después.
Por una cosa que comentaré en la siguiente entrada me he leído este tomo, que luego he visto que sigue una colección anterior, Mighty Avengers (la del 2013, no confundir con la del 2007, y sí, estoy siendo sarcástico).
Pese a que la mitad de los personajes no sé de dónde salen, a que hay referencias a crossovers del momento con premisas tan bobas como Axis, lo he disfrutado mucho. Por un lado porque me gusta cómo Al Ewing juega con elementos y personajes olvidados del Universo Marvel(algunos tan queridos como Dave Griffith y Gideon Mace, de los primeros Hero For Hire) y porque hacía tiempo que no veía un guionista donde sus héroes son héroes con todas las letras, algo que otros autores no tienen tan claro (y sí, pienso en los Illuminati y autores como Bendis o Hickman). Confieso que me encantan esos rótulos de presentación de los personajes, tan irónicos, tan socarrones, tan efectivos.
Y encima el dibujo es de lo más resultón, tanto si lo dibuja Luke Ross o Iban Coello o los dos a pachas. He escogido una imagen del segundo porque es un tío muy majo, qué demonios.
Voy a tener que conseguir los tomos de Mighty Avengers.
La del 2013.

miércoles, 9 de enero de 2019

Jim Muniz, Joe Casey y Keith Giffen: The Last Defenders TPB

No me lei esto en su momento porque, la verdad, los protagonistas tenían una pinta de metidos con calzador que asustaba. ¿Dos "fortachones" como Coloso y Hulka, más el olvidado Blazing Skull más Halcón Nocturno? Paso.
Grave error.
Porque el trabajo de Jim Muniz ha sido una muy agradable sorpresa, un poco entre Kevin Maguire y Ed McGuiness, con un dibujo clarito, limpio.
Pero también porque Joe Casey, con la ayuda de Keith Giffen en los primeros números, juegan al despiste con los miembros del grupo acabando con una formación de lo más curiosa, aunque, como el tiempo ha demostrado, no fuese más allá. Por los bocetos finales, uno lamenta, eso sí, que algunos de los que querían usar en los equipos intermedios se perdieran por vete a saber qué motivos.
Aparte, reconozco que me quedé patidifuso al ver esta viñeta, con los Hijos de la Serpiente, un grupo xenófobo y racista ( son como el Klan pero vestidos de serpiente, dicen en un momento) que, guiño a Kull aparte, se reúnen para planear maldades contra la emigración mejicana en un hotel... de Donald Trump.
Toma ya. Insuperable.

François Schuiten y Benoît Peeters: Recuerdos del eterno presente

Al acabar este álbum me llamó la atención las fechas que aparecen al final: 1987-2009. Me pareció muy exagerado que los autores hubieran estado más de veinte años luchando con esta obra.
Todo se explica cuando lees el texto final de Peeters donde se explica que ambos, más Schuiten que Peeters, participaron en el desarrollo de una película que mezclaba animación con imagen real llamada Taxandria. La película no acabó de satisfacer al co-director y principal impulsor del proyecto. He visto que está colgada por Youtube y tampoco me extraña, se ve muy escatimada.
Este álbum intenta acercarse al espíritu inicial de la película, muy cercano al del ciclo de Las ciudades oscuras. De forma que uno puede encontrar aquí a un personaje algo superado por las circunstancias, mucha arquitectura sobrecogedora, una atmósfera algo opresiva, algún que otro elemento fantástico y varios secundarios chocantes.
Pero sobre todo, sobre todo, mucha arquitectura.

J.G.Jones y Devin Grayson: Black Widow Collected TPB

Tras la decepción de la serie de Edmonson y Noto, di un salto atrás en la historia de la Viuda Negra con este tomo con las tres miniseries de finales de los 90 y principios de este siglo.
La primera tiene sobre todo el buen hacer de J.G.Jones, muy a lo Joe Quesada, con mucha chica posando y muy espectacular. Confieso que no soy muy fan de su guionista, Devin Grayson, porque siempre me ha parecido todo lo suyo bastante olvidable, y esto no es una excepción, aunque nos presente a la nueva Viuda Negra, la rubia y algo irritada con el mundo Yelena.
La segunda es una extraña versión del Cara a cara de John Woo, con una Viuda Negra bastante cabrona que hace que nos caiga mucho mejor la rusa, curiosamente. Dibuja Scott Hampton, al que no acabo de ver dibujando superhéroes, qué queréis que os diga. Greg Rucka empieza a meter mano en los guiones.
Y acaba con una historia de la línea MAX, con algo de fetichismo y prostíbulo, pero que es bastante pacato para lo que debería ser (pienso en el álbum de Dylan Dog que comenté hace unas semanas). Dibuja un Igor Kordey poseído por el espíritu de Richard Corben, lo que siempre tiene su gracia.


viernes, 4 de enero de 2019

Phil Noto y Nathan Edmonson: Black Widow TPB 3: Last Days

Buf, menudo bajón de final.
Noto deja de usar su estilo pintado por uno más tradicional de línea negra y color. Además le da por hacer a la Viuda Negra con una narizota de lo más desconcertante.
Edmonson liquida su saga de la Viuda Negra contra la organización Caos (¿en serio? ¿Cómo los malos de Superagente 86 cambiando la K por una C?) con unos elementos fantásticos que no pegan mucho con lo que había sido el título hasta el momento.
Pero posiblemente lo que más me haya mosqueado sea el final, que busca el impacto por el impacto, de una forma totalmente gratuita y absurda...

Phil Noto y Nathan Edmonson: Black Widow TPB 2: The Tightly Tangled Web

Un número lleno de invitados (Winter Soldier, X-23, Hawkeye) y que se remata con un crossover con Punisher. Nada del otro mundo, sí, pero es no negaré que me ha entretenido y que tiene un cliffhanger final que me ha hecho saltar al siguiente tomo para ver cómo seguía.

John Byrne y Chris Claremont: Marvel Masterworks Iron Fist HC 1

Puño de Hierro nació en las páginas de Marvel Premiere, una de las cabeceras de Marvel donde se iba probando la viabilidad comercial de varios personajes, y tras casi un año allí consiguió su propia colección. En España Vértice empezó la casa por el tejado ya que publicó primero, muchos años antes, Iron Fist que los números de Marvel Premiere.
Yo, como muchos, los leí desordenados. Y no sólo por el caos de Vértice sino que, además, compré muchos en mercadillos y los leía según los encontraba. Por eso me apetecía leer por fin estos números en su orden real.
Ha sido una experiencia curiosa porque se notan los bandazos creativos constantes. Los guionistas cambian cada dos por tres, casi todos muy dignos, pero se ve que cada uno tenía sus propias ideas sobre el tono de la serie y de la personalidad del héroe protagonista.
Empieza Roy Thomas con un potente Gil Kane en plan homenaje a Bill Everett y a un olvidado personaje suyo. Le siguen Larry Hama, dibujando lo más parecido a Kane que puede, y Len Wein, más perdido que un pulpo en un garaje. Wein da un salto temporal y geográfico incomprensible para entrar en el tópico de "va el héroe por la calle y le ataca un supervillano de medio pelo", aunque añada ciertos detalles importantes al origen del héroe.
A continuación viene Doug Moench, que monta unos números algo oscuros, que recuerdan, claro, a su Master of Kung Fu, con detalles muy interesantes y uno se pregunta qué hubiera hecho si se hubiera quedado más tiempo.
Tras Moench vino Tony Isabella, que empieza intentando integrar más a Puño de Hierro con el Universo Marvel haciendo que luche contra Batroc a la vez que cierra tramas y subtramas. Hasta creó a Misty Knight (aunque dijeran luego que un personaje sin nombre en un antiguo número de Marvel Team-Up era ella)...
Lo que le vino de perlas al siguiente, Chris Claremont, al que pronto acompañaría un jovencísimo John Byrne, ya que pudo empezar a desarrollar sus propias ideas sin demasiadas ataduras del pasado. Posiblemente las únicas fueron seguir el estilo de usar la segunda persona del singular (con Eres Puño de Hierro, solían empezar habitualmente los números) y en poner siempre la misma letanía cuando el protagonista usaba su poder.
Pero es indiscutible que Claremont y Byrne le dieron un aire fresco a la colección que se extendería pronto a muchos otros títulos de la editorial.

martes, 1 de enero de 2019

Phil Noto y Nathan Edmonson: Black Widow TPB 1: The Finely Woven Thread

Yo no sé qué pasa con la Viuda Negra. Serie tras serie y ninguna dura nada. Y en Marvel inasequibles al desaliento, supongo que por aquello de tener a Scarlett Johansson en las pelis.
Esta no duró ni dos años. No es que esté mal, tiene sus momentos, pero dudo que la recuerde dentro de algún tiempo.
El apartado gráfico tiene su aquel, eso sí. Siempre me ha hecho gracia Phil Noto. Sí, vale, se le notan siempre sus influencias (Robert McGinnis, sobre todo, ahora también con bastantes ramalazos a lo Bill Sienkiewicz), y su narrativa no siempre es de lo más brillante. Pero me gusta, qué le vamos a hacer.
Dos tomitos más y me la acabo. A ver si me animo.