lunes, 5 de diciembre de 2022

Michael Avon Oeming y Dwayne McDuffie: Avengers Classic 1-12

La colección Avengers Classic reeditaba la colección original de los Vengadores con unas portadas muy guapas de Arthur Adams y unos complementos cortos que han sido muy resultones. Ha habido uno de Bruce Banner despertándose en la cárcel y preguntándose qué había pasado, otro con Rick Jones y el Capi en el pasado con un final de humor negro muy pasado de vueltas, otro dibujado por Kano con la primera conversación del Capitán América y Spider-Man, todos estupendos.

Pero éste es posiblemente uno de mis favoritos. Oeming es casi una copia de Mignola y le da un uso al color maravilloso. Sobre todo en una historia que gira sobre el blues, la tristeza, el color azul y todo eso. Y protagonizado por el Capitán América recién descongelado. Una bonita sorpresa.



Javier Garrón y Jason Aaron: Avengers TPB 10: The Death Hunters

No acabo de ver a Mefisto como villano de los Vengadores. Y ese plan de sacar supervillanos de otras dimensiones es un poco traído por los pelos. Sobre todo porque los Vengadores fallan más que una escopeta de feria.

Pero tiene sus momentos. Aaron empieza a cerrar sus tramas para acabar su etapa. Veremos cómo sigue. 

Eso de que Batman, o sea, Halcón Nocturno esté ahora en el grupo me parece divertido. Aunque me tengan más que perdido con tanto personaje del mismo nombre. Y a ver si rehabilitan algo a Namor, ya puestos.



Ryan Ottley y Nick Spencer: Amazing Spider-Man TPB 1: Back to Basics

Dejando alguna cosa como lo tonto que resulta el tener a Spider-Man compartiendo piso con un supervillano, lo más interesante es ver qué pasaría si el Trepamuros y Peter Parker se separaran y fueran personas diferentes.

No es un gran comic, pero sí es eficaz y simpático. Miraré de leer algo más de esta etapa.



Hannah Templer y Grace Ellis: De otro planeta

Una biografía de un momento importante de la novelista Patricia Highsmith, cuando estaba escribiendo cómics a su pesar (los odiaba), intentaba vender su primera novela y lidiaba con su homosexualidad, que la avergonzaba.

Highsmith era una persona con muchos puntos discutibles, odiosa incluso. Y aunque algo apuntan las autoras, se quedan siempre con lo mejor, haciendo un retrato de una mujer que sufría, frustrada, con el corazón roto y que se rompió los cuernos para sacar su segunda novela, una sobre una relación lesbiana que acababa bien, lo que fue un hito en su momento en la comunidad gay.

Se nota muy documentada. Algunos detalles sólo los pillaran los más conocedores de la vida de la autora de Mar de fondo, pero no importa. Todo ayuda a darle una sensación de tridimensionalidad al personaje central. Lo de la cita con Stan Lee tiene mucha gracia. Tengo que investigar si es cierto o no.



Víctor Santos: Moon Eaters

Me encanta el amor que tiene Víctor Santos por los géneros y cómo se mete en ellos sin manías, arremangándose y jugando con ellos, mezclándolos, con sus influencias claras y sin complejos.

Aquí tenemos un excriminal y una secta, monstruos humanos y sobrenaturales, novela negra y fantástica. Un personaje salido de un libro de Elmore Leonard que acaba en una pesadilla de terror japonesa.

La verdad es que, diversión aparte, me ha llamado mucho la atención  algunos juegos narrativos, que van de lo sutil y minimalista a coreografías y movimientos en intensas escenas de acción.

Una lectura muy satisfactoria.



David Rubín: El fuego

Esperaba este cómic con verdaderas ganas porque, ya lo he dicho muchas veces, me interesa más el David Rubín guionista que el dibujante, sin que no me interese éste. Creo que sus cómics en solitario siempre han sido mucho mejores que los que ha hecho con algún guionista, por muy bueno que pueda ser.

Y encima iba de cómo alguien se enfrenta al fin del mundo, una de mis debilidades.

El resultado es una de esas obras con "peso", de las que te siguen en la cabeza días después de leerlas. Hay partes, detalles, que no me convencen como algunos efectos digitales, que me sacan de la historia porque no los veo muy integrados con el estilo de dibujo, los veo, no sé, algo "postizos".

Pero ese giro final, tremendamente loco y arriesgado porque podría haber hecho que se derrumbase la obra pero que me convence, ese retrato de ese protagonista patético, despreciable pero humano o cómo cuenta algunos momentos (el choque de la nave con el asteroide, el inicio que combina la destrucción de un planeta hace millones de años con el origen de la vida del protagonista) me parecen estupendos.

A ver si no tarda tanto en volver a escribir algo...

Porque esa historia corta y formidable de Superman es un caso aparte...




Carlos Pacheco y Marc Guggenheim: Squadron Sinister TPB

Una historia que salió por un macroevento, que si no aún estaríamos esperando.
El Escuadrón Siniestro es una Liga de la Justicia de América oscura sin remilgos. Los guiños son constantes y es buena parte de la gracia. Me pregunto cuántos eran idea de Carlos.
En fin.
Lo de mezclar a los tres grupos de soldados de la Segunda Guerra Mundial me ha parecido estupendo, aunque a más de uno no conocerá a la mitad de ellos, visto lo poco que se han reeditado...


Steve Epting y Garth Ennis: Sara TPB

Tengo la impresión de que lo que más le gusta escribir a Ennis son las historias bélicas y que sus historias más gamberras y populares son un poco el impuesto revolucionario que ha de pagar para poder darse estos caprichos.

Esta tiene una protagonista muy potente, de esos personajes que disfrutas de pasar el rato con ellos aunque no sepas nunca por dónde te van a salir, y una ambientación poco vista: francotiradoras rusas. La pega es que su mensaje anticomunista es un poco machacón y pesadito, de esos que te hacen recordar las historias de Boixcar.



Francis Portela: Childhood Memories

Un sketchbook de lujo, con tapa dura y que recoge dibujos varios, de personajes que han interesado en algún momento al autor por algo.

Lo más loco es este dibujo, basado en el personaje de Caroline Munro en la película Star Crash.



Francis Portela: Sketchbook 2: Still Just one L

Segundo sketchbook de Francis Portela con un poco de todo, dibujos hechos por placer, algunos encargos...

Lo mejor siempre son los personajes que no te esperas porque no deja de ser algo sorprendente.



Moebius: La faune de Mars

Un montón de dibujos de bichos raros, presuntamente creados por el Mayor Grubert para repoblar Marte.

Todo muy marca de la casa, con un tono entre orgánico y sexual muy loco.



Dan Barry y Harry Harrison: Flash Gordon 1957-1958: El péndulo del tiempo

La llegada de Harrison hace historias compactas, claras. potentes. Pero pocas hay como la saga de los Skorpi, que empieza en este tomo y que es uno de los puntos álgidos de la serie.
Un cierto tono terrorífico le va de perlas a la serie, por cierto.



Chris Samnee y Laura Samnee: Jonna y los megamonstruos

Un cómic destinado a los lectores más jóvenes con unas niñas protagonistas metidas en un futuro apocalíptico con monstruos gigantes.

Sobre el papel muy bien. Samnee en un gran dibujante. El proyecto parece simpático.

Pero los personajes no me hacen puñetera gracia e incluso hay momentos un tanto confusos, lo que extraña con lo bien que suele contar las cosas este autor.

En fin, supongo que seguiré pero si sigue como hasta ahora, creo que me plantaré rápido.



Kei Koga: Trace 1

Si Brutal es como Dexter, esto es como CSI: Tokio.

Dos técnicos del laboratorio de la policía, uno con un pasado turbulento, se dedican a buscar pruebas en diversos crímenes, de violaciones a asesinatos. Muy sórdido todo, ya aviso.

Se nota que el autor tiene cierta experiencia en esto, porque hay una gran sensación de verosimilitud.



Ryo Izawa y Kei Koga: Brutal 1

Me llamó la atención y le quise dar una oportunidad.

La cosa es un poco como Dexter, para que nos entendamos. Va de un detective de la policía que en sus ratos libres se dedica a torturar y matar criminales tremendamente odiosos. En este primer número se las tiene con psicópata que asesinó a unas niñas y mandó a sus padres los restos descuartizados, y con una banda de universitarios ricos que se dedican a violar en grupo. Muy salvaje, muy violento, muy gráfico, muy desasosegante, muy escabroso.

No te deja indiferente, no.

Veremos cómo sigue.



Picanyol: Ot el Bruixot 2

 No sé yo si funcionará mucho fuera del ámbito de lengua catalana, aunque se haya hecho una edición en castellano.

Para los interesados en los trucos de magia y manualidades que no sepan catalán, claro, porque la serie muda...

La serie sigue siendo un placer, con esas historias cortas y mudas, que me recuerdan tanto a los dibujos animados de la Pantera Rosa en más de una ocasión.

Lo único que creo que se ve un poco raro ahora son los múltiples gags basados en la mujer de Ot persiguiéndole para arrearle con la escoba, eso sí.



Picanyol: Ot el Bruixot 1

Una de las series clásicas de Cavall Fort.

Lo de ponerle unas páginas con trucos de magia y manualidades infantiliza el producto innecesariamente.

Que una cosa es que sea de un humor blanco níveo y otra que sea sólo para infantes.



Furillo: El maestro

Un recopilatorio de páginas de esta serie publicadas en el TMEO y que acaban siendo una orgía de chistes escatológicos no apta para estómagos sensibles.

No es mi caso. Yo me he reído mucho.

Tengo un amigo que es muy tiquismiquis. Creo que se lo regalaré, sólo para poderle ver la cara.



Alfonso López: Una tarde con Himmler

A veces me siento un poco como si predicara en el desierto a la hora de contar las bondades del díptico que fueron Estraperlo y tranvía y El solar, dos cómics maravillosos que eran un homenaje a los personajes clásicos del cómic de humor de la postguerra, oficial en el caso del primero y más pirata en el segundo, y un retrato entre crítico y costumbrista de la vida de esos años.
Ahora, que el díptico es trilogía, no puedo estar más contento con esta historia que mezcla a las Hermanas Gilda, perdón, Haywort, con los hermanos Marx, perdón, Bakunin y que presenta a Josep Pla conociendo a Ian Fleming o Juan March haciendo lo mismo con Churchill. 
Puede que haya demasiados guiños y cameos para lo que dura el cómic, puede que el final sea algo precipitado, pero mentiría si no dijera que me ha parecido muy divertido, muy inteligente (los diálogos son estupendos) y una delicia absoluta.


Rubén Pellejero y Juan Díaz Canales: Corto Maltés: Nocturno berlinés

Me parece muy inteligente llevar a Corto a la Alemania de la República de Weimar, con el fascismo creciendo, lo que lleva a algunas frases que pueden interpretarse perfectamente en clave actual, intencionadamente, sospecho. 

Díaz Canales sigue sabiendo escribir unos diálogos muy a lo Pratt y Pellejero se pasea con comodidad entre su estilo y uno más canónico con el personaje. Me han gustado especialmente algunos detalles, como la escena de la película donde Corto acaba participando de casualidad.



Gosho Aoyama: Detective Conan 11

Pues más de lo mismo. Espero que la cosa siga así, la verdad, porque es un entretenimiento de primera.

Asesinatos en habitaciones cerradas a mansalva, pero también varias buenas historias. La del primer caso del protagonista, un asesinato en un avión con un arma muy inesperada, tiene especial gracia.



Enrico Marini: Noir Burlesque 2

 Final del díptico... de momento, ya que hay un detalle que hace pensar que Marini no ha acabado de contar las andanzas de Slick y compañía.

Si el anterior era la presentación de personajes, este álbum es pura acción: disparos, muertos, traiciones, venganzas. 

Se lee en un suspiro, pese a su extensión mayor a la de un álbum corriente.

Muy entretenido y con algunas viñetas de ésas que quitan el hipo.



martes, 22 de noviembre de 2022

Gosho Aoyama: Detective Conan 10

Es muy desconcertante esta colección.

Te mete unos momentos de un humor supertontorrón, seguido de una situación de lo más escabrosa para rematarte con un momento de reflexión que no ves venir.

Me encanta. 

Me gusta especialmente, creo que ya lo dije, Hattori, el otro detective joven. Me divierte su relación de colaboración y competición a la vez. 

Y la historia del partido de fútbol es pura tensión.



Claudio Stassi: Limited Edition Artbook

Este sketchbook, con dibujito incluido, recoge varias ilustraciones del autor de personajes italianos y superheroicos. 

Me gusta especialmente cómo dibuja a personajes más brutos, como este Hulk, ya que encajan muy bien con su estilo expresionista...



Adam Warren: Crypt of Shadows

Numerito para Halloween con varias historias cortas, algunas con cierta gracia, otras que saben a poco y otras que saben a rayos.
Lo normal.
Igual, por ser la más loca, aunque no encaje con ningún tipo de continuidad, mi favorita es el enfrentamiento entre X-23 y el Hombre-Cosa a lo largo de siglos y siglos, con alguna viñeta muy salvaje.


Alessandro Cappuccio y Jed McKay: Moon Knight TPB 2: Too Tough to Die

Ya lo dije y lo mantengo: mi serie favorita actual de Marvel. De lo que voy leyendo, al menos.
Buenas tramas, buenas ideas, unos personajes que me sorprenden, invitados y sorpresas, un dibujante que desborda personalidad a raudales. Lo que uno espera en un comic de superhéroes de Marvel.
Lo del nuevo cuartel del Caballero Luna es una locura tan grande, tan llena de posibilidades... 
Enganchado me tiene.


Dan Barry: Flash Gordon: 1955-1957: Retorno a Mongo

La presión de hacer que Flash vuelva a Mongo a pelearse con Ming venció a Barry, pero no dejan de ser algunas historias muy entretenidas, con nuevos personajes encantadores (esos feriantes, esos piratas vagos), llenas de aventura, tramas desarrolladas a lo largo de mucho tiempo sin perderse, aunque a veces lo pueda parecer y un dibujo claro y muy funcional.

Mis dos partes favoritas son la historia del zapatero que ve el futuro para su desgracia constante, y la de Zarkov descubriendo que es padre...



Jack Kirby y Stan Lee: Fantastic Four 81-93

Esta es una etapa que me entusiasma porque fue con la que conocí a estos personajes y a estos autores. 

La saga de Muerte me parece una de las mejores que hicieron, aunque no fuera más que un homenaje a la serie de televisión de El prisionero, años antes de que Kirby estuviera a punto de publicar una versión en cómic.

Y la saga de la Cosa esclavizado en un planeta de skrulls que van de gangsters. ¡Qué tonto, y a la vez, qué locura más maravillosa!

Kirby debía de ir un poco ahogado de tiempo porque tiende a usar varias viñetas a toda página en cada número y a usar menos viñeta por página. Pero nos deja momentos, imágenes que ya son clásicas de la serie.

E insuperablemente pop.



Dick Ayers y Gary Friedrich: Sgt Fury and His Howling Commandos 61-71

Sí, me repito.

Una de las cosas que más me gusta de esta relectura marveliana es esta colección. Me he reconciliado con el guionista, al que no tenía en demasiada consideración exceptuando alguna cosa concreta, como el episodio del desertor de esta colección que me pareció excepcional cuando lo lei ya hace años. Y que me ha demostrado que sabe manejar subtramas, sorpresas y un reparto coral importante, con el que se maneja de miedo.

Y Ayers sigue sin volverme loco, pero en comics de guerra funciona y con Severin de entintador y portadista ocasional la cosa es un gustazo. Hay detalles narrativos divertidísimos como secuencias mudas, escenas de lucha con una página dedicada a cada miembro de los Comandos Aulladores o una historia que cuenta una historia con cuatro frentes abiertos, cada uno de ellos diferenciado con un color distinto (esto en blanco y negro pierde una barbaridad, claro).

E incluso se marcan historias donde se nos presenta a la madre de Nick Furia (sí, tenía una madre) o nos cuentan su periodo de instrucción y lo mal que se llevaba con su sargento...

Un comic que voy a revindicar, sin duda.




Frank Giacoia y Roy Thomas: Marvel Super-Heroes 20

Que el Doctor Muerte es un personaje muy popular está claro porque es uno de los pocos villanos que han tenido varias colecciones.

Este intento de serie lo empezó Larry Lieber pero lo dejó a las once páginas y lo tuvieron que acabar Thomas y el habitualmente entintador Giacoia

Los dibujos, en su parte final, tienen una pinta tremenda de copia de Kirby en muchos momentos, pero Thomas consigue que una pelea entre Muerte y Diablo acabe teniendo una importante parte dramática, revelando detalles de la vida de Muerte de joven, dejando una buena sensación por su melancólico final.



Carlos Pacheco y James Robinson: Cable TPB 1 Conquest

No sé qué debió de pasar para que Carlos dejara esta colección a medio tercer número, sin acabar la saga. Lo tengo que investigar.

No sé por qué sospecho que algo debía pasar con el guionista, ya que lo cambiaron al acabar la historia.

Pero al menos nos dio una gran escena del Oeste. ¿No os recuerda las guardas de Blueberry, esa imagen que dibujó Giraud basándose en una foto de Mezières?



Esad Ribic y Jonathan Hickman: Secret Wars TPB

No soy muy fan de Hickman, la verdad. Creo que plantea historias interesantes pero que hace que los personajes que sean se adapten a lo que él quiere contar, aunque no les pegue nada.

La fusión del Universo Marvel de siempre con el Ultimate nos lleva a una gran saga que al final nos deja con un Doctor Muerte renovado y la llegada de Miles Morales al Universo tradicional, lo que supone que ahora ya habla con mayúsculas...

Hay partes interesantes en este mundo alternativo pero otras... buf. 

Por no entrar en que hay partes que quedan mal explicadas en la saga principal. Supongo que habrá que leer algunas de las miniseries relacionadas para entenderlas, pero puedo sobrevivir sin ello.

Al menos Ribic da espectáculo. Esta imagen de la cara de Muerte al descubierto, por fin, me divirtió al ver el original, que era mucho más moderado. Se ve que lo quisieron más gore y lo retocaron posteriormente.



Carlos Pacheco y Margaret Stohl: The Life of Captain Marvel TPB

Estando en casa de Carlos Pacheco vi que tenía un arco y un blanco en su estudio.

Me contó que desde su mesa hasta el blanco había once metros que es el mínimo necesario.

Y que lo había usado para quitarse los mosqueos que le provocaban editores que no hacían su trabajo o guionistas que pedían cosas imposibles de dibujar. 

Como en esta obra, que tuvo que planificar de principio a fin. Hasta las partes de Marguerite Sauvage, creo, porque me explicó una escena imposible de dibujar que acabó dibujante esta autora.

La historia no es nada del otro mundo. Incluso la gran sorpresa es un poco Pues vale. Pero esas escenas costumbristas, tan Rockwell en algún momento, son una delicia.

Cómo le gustaba meter a gente con camisetas de grupos musicales a Carlos...



Gabriel Hernández Walta y David Walker: Occupy Avengers TPB 2: In Plain Sight

Pues se acabó, visto y no visto. 

Una pena que ni lo puedan cerrar con un poco de gracia porque los meten en uno de esos macroeventos y no tiene espacio.

Al menos tenemos a Hernández Walta dibujando.



German Peralta y R.L.Stine: Man-Thing: Those Who Know Fear TPB

Un tomo que recopila la historia del Hombre Cosa que escribió R.L.Stine (el Stephen King de los más jóvenes), más las historias a lo EC que aparecieron de complemento.

Hombre, no me convence mucho eso de que ahora el personaje piense, pero el principio, con el Hombre-Cosa hablando incluso e intentando labrarse una carrera en Hollywood, es tan loco que creo que a Steve Gerber le hubiera gustado.



Dick Ayers y Arnold Drake: Captain Marvel 5-14

Más perdidos que un pulpo en un garaje. Drake no sabe qué hacer con el triángulo entre Marvel, Una y Yon-Rogg y la mata de manera tremendamente torpe. Ni pena da. 

Tampoco sabe qué hacer con la faceta terrestre de Marvel y lo saca al espacio donde un ser supremo le da poderes nuevos como el de la teleportación, por ejemplo.

Unos números muy duros.

Y encima, Ayers quería descansar de comics de guerra y se puso a dibujarla. No era lo suyo y le entinta Colleta.

Muy, muy duros.



Barry Windsor-Smith y Roy Thomas: Daredevil 42-52

Stan Lee deja la colección y le sustituye Roy Thomas. No soy muy fan de su trabajo en esta colección, la verdad. Es correcto, pero sin más.

Colan también se tomó un descanso y le sustituyó un Barry Windsor-Smith, sin el Windsor aún, que estaba mirando a Steranko como un loco. Ese cartel del Capitán América no es casual, claro, ya que aparecía en la primera página del primer número del Capi de Steranko.



John Romita Jr y Zeb Wells: Amazing Spider-Man TPB 1: World Without Love

Demasiado tiempo sin leer a Spider-Man. Hay un montón de cosas que no entiendo. Y como ahora ya casi no hay las típicas llamadas a números anteriores explicando cosas, pues ando bastante perdido.

Oh, bueno. Al menos tengo a Romita Jr, que siempre es solvente, y sabe sacarle el lado más humano al Trepamuros, aparte de saber dibujar las escenas de acción de un modo espectacular. Esos golpes duelen.



John Romita y Stan Lee: Amazing Spider-Man 62-71

Unos números maravillosos.

Sé que muchos no son muy fans del entintado de Jim Mooney sobre los lápices, bocetos casi, de John Romita, pero para mí es el Spider-Man canónico, por no entrar en buena parte de los secundarios habituales.

Y aunque nos vuelvan a meter a Kingpin por tercera vez en poco tiempo, da igual. La saga de la tableta, que se inicia en estos números, me parece un punto altísimo de la colección.




Carlos Pacheco y David Walker: Occupy Avengers TPB 1: Taking Back Justice

Una serie con por mucho Vengadores que le pusieran y por mucho Ojo de Halcón que tuviera de personaje más llamativo, no fue a ningún lado, pese al buen trabajo de sus autores.

Supongo que el resto de personajes (Red Wolf, Deadly Nightshade, Wheels, Nighthawk), aunque el rollo entre Red Wolf y Nightshade me divierte, no interesaron un pimiento.

Y que el tono social, con unos villanos de serie de televisión de los setenta (gente de envenena agua para echar a una población y esas cosas), pues más aún...



Mel Graff: Agente Secreto X-9 1940-1942: Sabotaje en el aire

Historias con X-9 contra agentes enemigos saboteadores con un estilo muy Caniff, con un toque añejo muy agradable, en una etapa poco conocida.



Carlos Azagra: Señoría Labordeta

Este cómic ha sido una muy agradable sorpresa...

Es una adaptación, bastante libre, de los recuerdos de José María Labordeta de su labor como diputado en dos legislaturas, la última de Aznar y la primera de Zapatero, combinando elementos dramáticos y humorísticos, y dándole al conjunto un aspecto de cierto costumbrismo, de modo que uno descubre cosas del Congreso francamente curiosas.

Azagra tiene otra biografía más general de Labordeta que voy a buscar ya.




CAFU y Christopher Cantwell: Iron Man TPB 3

Final de la saga de Korvac y un retrato bastante inmisericorde de Tony Stark.

Tal vez algo alargada en su parte final, pero no me quejo de esta etapa, la verdad. Es una montaña rusa llena de sorpresas y eso ya es algo.



Jack Kirby y Stan Lee: Captain America 100-110

Antes de la llegada de Steranko, Lee y Kirby se marcaron unos números que son una debilidad personal, con ese origen, esas tintas macabras de Syd Shores...

Pura energía en cada viñeta, puro drama en cada frase.




John Buscema y Roy Thomas: Sub-Mariner 2-13

La saga de Destino y su casco, que acaba siendo la más famosa Corona de la Serpiente, no me acaba de convencer mucho, sobre todo por su resolución patillera.

Pero el número de Namor contra la Cosa y el reencuentro con su amor de juventud, ahora ya mucho mayor, funciona de maravilla, sobre todo por ese final amargo y emotivo.




George Tuska, Arnold Drake y Steve Parkhouse: Marvel Super-Heroes 19

Esto de que un inglés que casi empezaba en los cómics coguionizando este número, acabase de dibujante de una obra de Alan Moore me sigue pareciendo bastante divertido.

El número es bastante tonto, eso sí. Uno no entiende por qué Ka-Zar aguanta al payaso de su hermano ni cómo éste se ha librado de todos los cargos por sus delitos, etc...



George Tuska y Archie Goodwin: Iron Man 1-11

Sin ser sus mejores números, el equipo de Archie Goodwin y George Tuska funcionaban razonablemente bien en estos números. 

Villanos clásicos (el Mandarín, claro, pero también Unicornio, Crusher...), algunos inesperado como el Gladiador, dramas románticos (el romance entre Whitney Frost y Jasper Sitwell, Janice Cord y su relación con Tony Stark)...

Todo muy clásico, muy en su sitio y muy funcional.




Carlos Pacheco y Kurt Busiek: Arrowsmith TPB 2: Behind Enemy Lines

Leerme la primera parte de nuevo era también para refrescar la memoria antes de leerme esta segunda parte, que nos muestra al protagonista algún tiempo después, nos desvela algunos secretos de este mundo y presenta un nuevo y terrible villano.

La pega es que la historia no acaba. En el comic book Busiek explicaba que era por temas de salud de los dos creadores que les obligaba a tomarse un descanso. Busiek tenía migrañas y Carlos tenía problemas en una pierna, que iban a resolverse sin problemas en un tiempo.

No fue así, por desgracia.

Lo que sí parece claro, porque Carlos lo quería, es que la serie seguirá, de lo que me alegro una barbaridad.

Escojo esta viñeta porque Carlos me preguntó si había visto a Max y Moritz.

Sí, los había visto.



Carlos Pacheco y Kurt Busiek: Arrowsmith HC 1: So Smart in Their Fine Uniforms

En fin, como os podéis sospechar ante esta avalancha de entradas, es que llevaba un retraso de narices.

Este tomo, la edición americana reciente, en tapa dura, con un tamaño mayor que el comic book, con extras y todo eso, me lo lei antes de ir a ver a Carlos Pacheco, semanas antes de su fallecimiento. Así que ya os podéis imaginar el retraso que llevo.

Sigue funcionando muy bien en la creación de ese mundo alternativo y en romper los esquemas del género bélico.

Escojo esta doble página porque me parece maravillosa en el retrato de ese costumbrismo, y porque Carlos me habló de ella y de su sutil homenaje a El Padrino...





Gene Colan y Arnold Drake: Marvel Super-Heroes 18

Un cómic de Marvel con personajes muy feos en general y con guion de Arnold Drake. Si no lo sabes, parece que es algo tiene más que ver con algunos de los títulos de DC de esos años, con colecciones como la Doom Patrol, Ultra, Metamorpho, etc... Héroes feotes, vaya.

Otra intentona con nuevos personajes que no fue a ningún lado. No volvimos a saber de ellos hasta varios años después.

Gene Colan se lo pasó bomba con unos montajes de páginas desquiciados, eso sí.