Miller tiene un sentido del humor muy particular. Mucho. Yo me lo imagino partiéndose el pecho con algunas cosas que los demás miran extrañados. Lo que pasa es que con los años nuestros sentidos del humor se van acercando. Con estalectura me he carcajeado a lo loco en más de un momento.
Y cuando digo humor quiero decir eso. Porque la sátira es otra cosa, hay un intención de crítica más evidente. Y sátira hay para exportar. Contra los psicólogos, los políticos, los comités de no se qué, los hippies, los fachas...
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