El Príncipe Vikingo era una de las cuatro series que se publicaban en los primeros números de The Brave and the Bold, donde aparecían sólo tres de ellas en cada número. Era posiblemente la más popular y por eso sólo falló una vez.
Este tomo, con una edición que me parece perfecta, recoge todas sus apariciones clásicas, las de The Brave and the Bold y un extraño team-up junto al Sargento Rock, es decir, el material dibujado por Joe Kubert.
Es muy curioso ver la evolución de la serie y la sensación de caos, de improvisación que provocan estas historias leídas seguidas. Me explico...
La serie empieza con un joven amnésico que aparece en una aldea de pescadores vikingos y al que acaban llamando Jon. Un malvado tipo señor medieval, Thorvald, quiere matarlo antes de que recupere su memoria y le quite el puesto. Sus planes son bastantes estrambóticos y su señorío debe de ser tirando a pobretón porque no hay forma que su ejército pueda con cuatro pescadores y el prota, quien, mientras tanto, tiene una relación amorosa con Gunnda, la hija del jefe de los pescadores. Los primeros números están escritos por Robert Kanigher pero pronto coge las riendas Bob Haney, con alguna ayuda de Bill Finger.
Llega un momento en que The Brave and the Bold pasa de tres series a dos, con episodios más largos. Y se decide hacer un reboot. Ahora es otro malo que ocupa el trono que le corresponde al Príncipe Vikingo. Para que éste pueda recuperar su trono debe realizar los doce trabajos de Thor (ejem). Así que se pone a recorrer mundo acompañado de un bardo mudo. Las historias son progresivamente más fantásticas y mucho menos realistas. Sirenas, una isla tipo Lilliput, dragones, viajes a Oriente, lo que queráis. El prota se acuerda en algún momento de Gunnda, lo que no se entiende nada por cómo se relaciona esta tanda con los primeros episodios, pero va rompiendo corazones en cada número. Al final sólo consigue realizar unos seis trabajos...
El motivo es que las aventuras del Príncipe Vikingo consiguen en exclusiva The Brave and the Bold. Y se hace otro reboot. Os lo juro. Ahora es el hijo de un rey vikingo comprometido con la Princesa Asa. Yo es que me compro esta colección en la época y los mando a la porra.
El team-up del Sargento Rock y el Príncipe Vikingo es tan marciano que es genial. Aunque no se sepa muy bien porque si antes era rubio ahora es canoso y su amor sea ahora por una valkiria.
El único motivo para aguantar todo este caos es el dibujante que se nota que se lo pasa en grande, homenajeando a los grandes de las tiras de prensa, de Foster a Raymond.
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