Hacía mucho tiempo que no la leía. Probablemente porque leí los álbumes de mi hermano y cuando intenté hacerme con una copia sólo encontraba la versión espantosamente recoloreada.
Visto que en algún momento volvió el sentido común y se recuperó el color inicial, me he vuelto a enfrentar a esta obra.
En su momento me pareció interesante, sobre todo gráficamente, y con una historia entretenida aunque el final me dejó bastante mosqueado.
Ahora me han hecho gracia los constantes guiños al tarot, que no recordaba o no había pillado, con todo lo que ello significa; y el final me ha convencido más...
Pero sobre todo me ha sorprendido la cantidad de humor que hay. ¡Qué diálogos más hilarantes! ¡Qué desparpajo! Me he reído en numerosas ocasiones con ellos, por no entrar en los elementos satíricos.
Y claro, el dibujo es espectacular. Los diseños de personajes, de naves, de lugares son impecables.
Un clásico, sí. Uno de esos que salen en listas de "x cómics que has de leer".
Pero me ha gustado como nunca antes.
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