Con los años me da la impresión de que Max en sus cómics quiere hacer todo aquello que sus trabajos de ilustración no le permiten, como jugar con un estilo de dibujo menos comercial y, sobre todo, experimentar.
Rey Carbón es realmente un juego, algo críptico y lleno de referencias (consultad su blog para informaros), donde el dibujo es el tema, el medio y el mensaje, muy Marshall McLuhan todo, donde los pequeños detalles marcan la diferencia entre un Rey Carbón y un rey Cabrón, donde una idea lleva a otra...
Lo que más he disfrutado posiblemente sea la eficacia de ese dibujo estudiadamente minimalista y simple y de su sabio uso narrativo clásico (viñetas verticales para dar sensación de altura o de caída, por ejemplo).
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