Ya hace muchos años, Kim contaba en su visita guiada en su exposición en las Jornadas de Avilés que estaba trabajando al mismo tiempo que El ala rota, aún sin publicar, en una obra con guion propio sobre sus experiencias como emigrante en Alemania. Al final salió.
Leída ahora me sorprende ver que no se nota que trabajase sin un guion previo. Y también las numerosas historias personales de los diferentes personajes que van saliendo me hacen pensar si más que buscar un trabajo mejor no era más una huída de abusos familiares, homofobia, problemas personales, etc... Unas historias tremendamente potentes en lo emocional, por cierto.
Mencionar para acabar lo que me ha divertido ver que el primer cuadro que pinta Kim en Alemania sea tan parecido a su típica dedicatoria en los álbumes de El arte de volar...
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