Este último tomo de Aleta realmente recogía dos tomos americanos, ya que en el sexto había un montón de historias sueltas más una reedición "especial" del primer número. Mejor así, la verdad.
Aunque no deja de ser un poco batiburrillo. Lo mejor es la historia del principio, dibujada en su mayoría por Bart Sears, al que hacía mucho que no veía. No es que tenga nada especial pero es suficientemente entretenida, con esa mezcla de acción, superhéroes y violencia paramilitar gratuita marca de la casa. Algo así como la mayoría de los comics de los 90 pero intentando que haya algo de sustancia.
Luego nos saltamos un par de números que aparecieron en un tomo de Archer & Armstrong para volver con el enfrentamiento entre Bloodshot y sus socios de los H.A.R.D.Corps. Hay una viñeta brutal de Al Barrionuevo y tiene sus momentos pero parece todo muy forzado. De hecho, no es muy consistente respecto al comportamiento del jefe del Proyecto Espíritu Renacido... La historia acaba con Bloodshot cogiendo puerta. La lástima es que los H.A.R.D.Corps, y cuyas historias personales me interesaban más, por no decir que nunca te puedes encariñar con uno de ellos porque a la mínima puede morir, salen de la colección para ir apareciendo de invitados de uvas a peras a partir de ahora.
Lo que es verdaderamente un poco molesto es encontrarte luego dos números, uno de ellos extra, que parecen fill-ins y poco más, y que uno no entiende dónde se sitúan la mayoría en la historia del personaje, porque está claro que no son la continuación de lo visto. La de Chaykin es francamente floja, la de Milligan es algo tramposa pero tiene un par de buenos momentos. Será un especial pero no deja de ser una pena la forma en que se liquida la colección.
Espero que la siguiente etapa recupere el pulso...
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