Un amigo de mi hermano le dejó la colección hace años y la devoré en un fin de semana. Ahora la he conseguido a un precio más que bueno.
Me estoy pegando una panzada de reír, con esa delirante mezcla de prehistoria y fantasía, donde se mezclan centauros con cavernícolas, y me sorprende que el que se supone que va a ser el gran enemigo de la serie acabe en la panza de un bicho a los pocos números...
Siempre me he preguntado qué hubiera podido hacer Gago de no montar una editorial y dibujar cinco series a la semana, en un mercado diferente al español de los años 50...
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