Dejando aparte que tener a Murphy Anderson entintando a Curt Swan es algo que me toca la fibra sensible, la cosa no es para tirar cohetes, a excepción del desmadre vodevilesco del falso Clark Kent que se saca de la manga una especie de genio y que al final de la historia se va tan contento por el espacio...
En fin. Maggin no me acaba de convencer en estos números...
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