Una de las obras más importantes de Micharmut pero que no había llegado a leer.
Es curioso lo que me pasa con este autor. Reconozco su calidad, pero lo que cuenta me deja siempre indiferente, no me provoca la más mínima emoción. Esto no ha sido una excepción.
Supongo que por eso no había tenido la necesidad de leerla.
La culpa de que la buscase y la leyese para tacharlo en mi lista de faltas es que vi la entrevista a Micharmut que le hizo Paloma Chamorro en La edad de oro. Como me alegra que exista RTVE a la carta.
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