Guy Delisle ya no viaja y no puede hacer cómics de estancias en países exóticos.
Sus hijos han crecido y ya no puede hacer historias sobre su relación paterno-filial.
Así que se ha puesto a contar momentos del pasado. En este caso, de sus veranos trabajando en una fábrica de papel y de la relación paterno-filial con su padre.
Vaya pieza.
Y aunque lo que cuenta no es especialmente llamativo o memorable, hay que reconocer que sabe contarlo de una forma apasionante, con una naturalidad y una capacidad de enganchar envidiables.
Con el último párrafo lo has clavado. Totalmente de acuerdo
ResponderEliminarGracias, majo! El puñetero Blogger cambió el sistema de correos con los comentarios y he estado años creyendo que nadie escribía!
ResponderEliminarAhora ya está arreglado y me enteraré de lo que pongas!