Me encanta el tamaño, que permite disfrutar del trabajo gráfico de Sequeiros al máximo, ayudado por una impresión gloriosa.
No sé yo si un nuevo lector va a entender algo del universo del autor, porque las anteriores entregas son inencontrables y no hay apenas explicaciones.
Yo, que no soy nuevo, debo reconocer que encima la mayoría de los textos, que parecen hechos con escritura automática, me han parecido tremedamente farragosos y, pese a estar interrumpidos por alguna escenas de sexo más o menos perverso, me ha costado leerlos una barbaridad.
Una pena, porque me da que había un comic mucho mejor en el fondo, si alguien le hubiera dado una forma más legible.
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