No me convenció nada la historia de Dani Futuro en Punto final. Me recordó cuando en DC cogen un alegre personaje de los años 60 y te dan una versión en Vertigo llena de violencia, sangre y barbarie. Sólo que era el mismo autor. O uno de ellos, porque no sabremos qué opinaba Víctor Mora de esta actualización.
Cuando en el prólogo de uno de sus últimos álbumes Giménez contaba que iba a hacer una nueva historia de Dani Futuro ya me temía lo peor.
Al final esta obra es como un integral de tres álbumes, que se sitúa temporalmente por la mitad de la historia de Punto final. Lo que es ingenioso, la verdad.
Giménez aprovecha para enseñarnos que el futuro de Dani Futuro, con delfines parlanchines y flores por doquier se ha ido al cuerno. Por si no había quedado claro en la historia anterior.
Y Dani Futuro decide convertirse en un justiciero vengador.
En fin, que esta visión constantemente oscura, deprimente y pesimista, no me parece para nada el tono original de la serie. Y me parece al final más un reboot escrito por un guionista joven que quiere marcar distancias con lo anterior, creyendo que tener más violencia y más sexo significa más adulto.
Incluso algunos momentos de humor me desconcertaron por lo inapropiados que sonaban en situaciones límite.
Ya es que Giménez es un narrador estupendo y se lee con gusto, ayudado por un color magnífico, pero francamente espero que no siga con el personaje si va a seguir por estos derroteros.
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