El otro día me di cuenta de que no me había llegado a leer este tomo.
Lo mejor son probablemente las dos primeras historias porque tienen a dos grandes dibujantes: Tacconi y Stano, quien opta por un estilo más suelto, más impresionista que realista, para ilustrar un relato especialmente metafísico.
Cómo echo de menos poder leer Dylan Dog con regularidad...
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