Qué diferencia de esta edición a la de Vértice, que era como tenías varias de estas historias. Sí, a veces se le ve un poco el plumero a Lee Falk y es algo previsible. Pero entre que Sy Barry cumple con creces, con su Hombre Enmascarado canónico, y que Falk tenía oficio y tablas, uno devora estos tomos con ansia.
Todo gracias al ímprobo esfuerzo de reconstrucción de Jesús Yugo. Las tiras tal como las sirve King son igual de malas que las de Vértice.
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