Cuando se habla del manga, se suele alabar al variedad de temas y se suelen nombrar las series sobre los deportes más variopintos. Algo así pasaba en la revista Tintin, donde te podías encontrar series sobre tenistas, futbolistas o lo que fuera. Jean Graton estaba abonado al automovilismo, porque era, es, su gran pasión.
Los inicios de Michel Vaillant son muy dignos. No sólo porque uno puede meterse en el mundo de las carreras de coches de todo tipo del momento (finales de los 50, principios de los 60), con un detallismo espectacular, sino sobre todo porque las tramas son suficientemente interesantes, con sus elementos de misterio, su tensión y sus personajes que "crecen", desarrollando amistades, casándose, etc... Se le notan los años, eso sí, sobre todo en el tratamiento de la mujer (Michel indignado porque le hacen secar los platos fregados y cosas así).
Me he reído mucho con el tercer álbum y su carrera por España y los comentarios de un funcionario español del momento sobre Euskadi, dicciendo que los corredores pueden encontrar problemas por ser una de las regiones más pobres y que sus habitantes pueden considerar que pasen por ahí un insulto y montar un pollo... No sé yo si era que Graton no se enteraba o que se enteraba mucho de lo que podría intentar vender al exterior un funcionario franquista.
El integral, por cierto, con esos textos y esas historias cortas jamás reeditadas es impecable.
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