Greg y Aidans, dos nombres muy conocidos del cómic en francés, colaboraron en una serie de corta vida, ya que sólo aguantó tres álbumes, en un intento de introducir a heroínas en el semanario Tintin en relatos completos de pocas páginas.
Conocía los otros dos álbumes, simpáticos, pero no el primero. Tras leerlo estoy un poco desconcertado...
El motivo es que la historia da bandazos continuamente. Primero conocemos a una de las protagonistas, cómo conoce a un actor en su pequeña ciudad y decide ir a París a intentar triunfar como actriz. Luego cómo conoce a las otras dos protagonistas en las oficinas de un representante; una quiere ser empresaria y la otra no sabe hacer nada pero es muy guapita y tenderá a hacer de modelo (¡ejem!). Deciden compartir piso, gastos e ingresos. Todo muy Esther y su mundo, para que me entendáis, pero pronto se pone todo en plan aventurero. Salvan a un vecino de suicidarse. Salvan al vecino de unos mafiosos. Y luego compran sillas viejas y montan una tienda de antigüedades, donde el pintor que arregla el rótulo se pega de tortas con un director de cine y...
En fin, que no sé si leo un drama costumbrista, un relato policiaco ligero o una comedia con tendencia al slapstick. Si Greg no hubiera sido su propio editor, posiblemente le habrían dicho que se ciñera a un género de una forma más clara... Por no entrar en que el título no tiene nada que ver con ninguna de las historias realmente, ya no aparece ningún mago en realidad...
Aidans, eso sí, muy clásico, muy sobrio, muy correcto.
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