No creáis que no leo, no. Pero estoy con un omnibus de material clásico de Marvel y sus más de ochocientas páginas de abundante texto no avanzan...
Por eso me he tomado un descanso con este tomo que tenía pendiente de no se cuándo y cuyos seis comic books se leen más rápido que dos de los contenidos en el omnibus.
Peter Milligan siempre me ha parecido un tío interesante, muy capaz a la hora de crear ambientes malsanos y escenas potentes pero también más perdido que un pulpo en un garaje a la hora de trabajar en plan mainstream con según qué personajes.
Y aquí lo demuestra de nuevo. Hay escenas memorables y me parece interesante cómo presenta a los protagonistas: Deadman es un salido, Madame Xanadu tiene cierta querencia por sustancias poco controladas legalmente, Shade tiene serios problemas de soledad... Pero la historia avanza a saltos, hay momentos en que no se acaba de entender qué está pasando o los motivos de algunas acciones de los personajes y acaba dando una sensación algo desconcertante, de que se te está escapando algo.
Mikel Janín-acompañado de un color estupendo, por cierto- me ha convencido sobre todo por unos ramalazos tanto en el uso de las formas de las viñetas como con el acabado, que me recuerdan a mi querida etapa de Bisette y compañía en la Cosa del Pantano...
Y a nivel continuidad o personajes tengo muchas dudas, por muy New52 que sea. Eso de que a Deadman lo vea hasta el tato o que ahora sea el noviete de Dove me dejan francamente sorprendido...
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