Tras más de veinte años, releer (o leer, porque me faltaban un par de los primeros números) la etapa de Garth Ennis y John McCrea sigue siendo un disfrute. Es verdad que cierra tramas de la etapa de Alan Grant pero son capaces de llevarlo a su terreno con la creación de Hitman, un montón de escenas chocantes, docenas de juegos de palabras (no entiendo cómo se coló el chiste entre "Jeez"-Caramba o una expresión similar- y la fonéticamente similar "Jizz"-Semen-), rimas que insinúan un vocabulario florido...
Hasta se animan con recuperar al Tanque Embrujado en una maravillosa historia de guerra, que es lo que le gusta a Ennis realmente...
Pero lo que pensaba la mayoría del tiempo leyéndolo es lo mucho que ha de sufrir esta obra traducida, entre los mencionados juegos de palabras y las rimas del protagonista...
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