La segunda aventura de la Patrulla de los Castores presenta a otro scout que luego pasa al olvido. No me extraña, lo único que hace el pobre es bulto.
Por lo demás, una aventurita que podría haber escrito Enid Blyton si le interesasen los grupos juveniles d excursionismo y no la puñetera cerveza de jenjibre.
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