Thor empezó de manera muy titubeante en el Universo Marvel.
Stan Lee no tenía claro si Thor era un humano que se conseguía los poderes de un dios nórdico, si eran dos seres, o qué. Le llevó bastantes números aclararse...
Las tramas son simplonas. Los cambios de los responsables cada dos por tres no ayudan.
Me hace gracia cómo en esta época en Marvel, no necesariamente en esta serie, el dibujo lleva a mezclas de los más curiosas: Ditko o Heck entintando a Kirby o algún nombre que tenemos en mente principalmente como entintador demostrando sus habilidades como responsable único, como Joe Sinnott (aunque el martillo que dibuja es larguísimo).
Igualmente, en esa época y en varias series (Thor, las historias en solitario de la Antorcha Humana de Strange Tales, el Hombre Hormiga, Iron Man), Lee hace el argumento pero deja el acabado final de la historia a otras manos, como Robert Bernstein o Jerry Siegel, nombres muy ligados a la DC (Aquaman y Superman, respectivamente). El resultado final se parece muchísimo a lo que podría publicar la Distinguida Competencia en esos años, menos humor, menos drama y algo, bastante, de cartón piedra.
El tomo mejora muchísimo a partir del momento que Lee coge las riendas en solitario. Los villanos dejan de ser de tercera regional (sí, Loki ya había salido pero sus apariciones no eran nada del otro mundo) y empiezan a aparecer grandes nombres como Cobra o Mister Hyde.
Y pronto volvería Kirby de manera regular.
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