Lo que hizo Gottfredson en las tiras de prensa de Mickey Mouse en sus primeros años es algo formidable: una tira de aventuras, con abundantes elementos humorísticos, de continuará -nada de gags independientes-, más cercana al Popeye de Segar que a los cortos de Disney. Los del Syndicate vieron que era el camino a seguir tras los vacilantes pasos de Ub Iwerks, incluidos al final del tomo. Posiblemente la mejor historia de este tomo sea la primera que hizo y que le da título: aventura, humor, misterio, lo que queráis.
Este primer tomo de Fantagraphics permite ver cómo Floyd Gottfredson va desarrollando sus músculos creativos, alternando tramas más abiertamente de acción, con otras casi costumbristas, usando momentos de cortos del momento junto a elementos puramente de cómic.
De la edición de Fantagraphics sólo le pongo un pero: me hubiera gustado una algo mayor. Hay mucho texto y a ese tamaño había momentos que me tenía que dejar los ojos, incluso llevando gafas (¡ay, la presbicia!).
Y, eso ya me da igual, me llamó la atención que, aunque se comentara en alguno de los muchos textos que van en plan extra, no hubiera el típico rótulo que se pone ahora en reediciones de material añejo sobre que incluye material que ahora es visto como racista o similar. Sobre todo en este tomo, donde hay una historia con unos gitanos que ríanse ustedes de la Familia Churumbel de Vázquez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario