Después de muchos años sin leer nada suyo, me daba cierto miedo encontrarme que el trabajo de Gilbert Shelton tan centrado en el movimiento hippy y la contracultura de una época muy concreta hubiese envejecido mal.
Y no.
Me he reído un montón con este trío de encantadores zumbados. Los mecanismos de la comedia siguen funcionando.
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