Hay pocos cómics como éste.
La premisa es que la peste negra en el Siglo XIV convirtió Europa en un continente de muertos vivientes, conscientes, que tenían hijos, inmortales y deseosos de comerse a los "normales".
Saltamos a la actualidad. América no fue descubierta por Colón y lo que hay son civilizaciones precolombinas con dirigibles. Y un príncipe decide ir a Europa a descubrir la fuente de la eterna juventud, la única explicación posible a lo que pasó con los europeos.
Macan despide originalidad y energía a capazos. Pero sobre todo me ha gustado especialmente cómo maneja a los numerosos protagonistas, cómo los hace evolucionar, cómo los ves capaces de las mayores traiciones o sacrificios sin dejar de ser coherentes.
Y Kordey está que se sale, más Corben que nunca. Lástima del tamaño de la edición española. Al ser menor que la original hay escenas que pierden mucha espectacularidad.
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