Hace poco estuve viendo el serial de Louis Feuillade Les Vampires (mi reseña aquí). Menciono esto porque Feuillade aparece en este cómic aunque sea brevemente ya que dirigió un serial de Fantomas, y me demuestra el cariño con el que los autores se han acercado al personaje, a sus raíces. Fantomas no es el enemigo de Louis de Funes, no es la Amenaza Elegante de Novaro (aunque me guste, ojo), es el puñetero bisabuelo de Diabolik: es un asesino despiadado amante de los disfraces.
Bocquet conoce de lo que habla, sí, y sabe jugar con los elementos del folletín de misterio: traiciones, asesinatos, robos, amenazas. sociedades secretas. Todo tiene un aire deliciosamente antiguo sin caer en la naftalina. Hasta mete con bastante gracia elementos históricos reales contemporáneos como el robo de la Gioconda.
Rocheleau es una sorpresa, una autora más interesada en el expresionismo, en la plasmación de sensaciones usando manchas, dibujos a veces casi esbozados y un color potentísimo que en un dibujo realista tradicional y que presenta algunos esquemas de páginas ingeniosos e impresionantes. Me pareció maravillosa concretamente una página muda que nos muestra los quehaceres de la sociedad criminal y su símbolo.
Espero los siguientes dos tomos.
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