Qué lástima que la serie de televisión no tirase adelante ni que esta historia tuviera más éxito.
Pero como adoro la serie de televisión de Wild Wild West, yo he disfrutado como un enano con todas las similitudes: el tren con el billar, el genio malvado con su hermosa ayudante, mecanismos para sacar un Derringer de la manga, inventos adelantados a su época, todo eso.
Y se nota la mala baba de Chaykin en varios momentos descacharrantes.
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