Turok era inicialmente un indio adulto que se perdía, junto a un indio joven, en un valle perdido lleno de dinosaurios y tribus prehistóricas.
Con Valiant se explicó que el valle era otra dimensión y tal.
Con la llegada del videojuego, Turok se convirtió en un indio contemporáneo.
Dark Horse lo recuperó con Jim Shooter y la cosa fue estupenda pero las ventas no acompañaron.
Ahora Turok es un indio de la zona de Manhattan, en 1210. Vive marginado de su tribu y hostigado por unos indios jóvenes. Lleva un peinado que hubiera llevado cualquier músico de un grupo pseudo punk de la movida madrileña. Sólo él, eso sí.
Y llegan unos británicos, recién salidos de acabar la Cruzadas. Montando dragones, no caballos.
Turok no se mete en un mundo extraño. Ya vive en él.
El dibujo es correcto pero la premisa me pilla en fuera de juego. El resultado es entretenido, muy digno, gustará a muchos fans de Conan y series similares. Pero hay una diferencia demasiado grande con la premisa original para mi gusto.
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