El trabajo de recuperación de Ponent Mon de clásicos del cómic francobelga me parece encomiable. Es un detalle que utilicen este formato, con cuatro álbumes y un texto repleto de imágenes raras, como las usadas en portadas o pósters de la revista Tintin.
He empezado a leer los integrales de Bruno Brazil, la serie de espías con elementos fantásticos, del gran Vance y mi muy admirado Greg. La serie realmente no se construye hasta la segunda aventura larga con la llegada de los miembros del Comando Caimán, derivando la serie a un cruce entre James Bond y Misión Imposible. Se nota que Greg estaba un poco saturado de trabajo y que ésta no era una de sus prioridades y por eso la firmaba con pseudónimo: hay resoluciones apresuradas de cabos sueltos, olvidos de detalles de un álbum al siguiente...
Pero poco a poco, la colección va cogiendo fuerza, se percibe lo mucho que le gustan a Greg algunos de los personajes del grupo (Gaucho, Whip) y cómo pasa de algunos otros (el pobre Bronco que en las dos primera historias no hace apenas nada).
Un excelente divertimento pese a sus ligeras pegas,
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