Los últimos números de la etapa de Alan Moore en Swamp Thing revelan un cierto abuso de los textos de apoyo. Incluso hay algún número que está contado únicamente de esta forma. Tal vez para compensar que Watchmen, escrito prácticamente al mismo tiempo, no tenía ninguno.
No puedo evitar recordar la escena de Katie Holmes y Michael Douglas en Jovenes prodigiosos en que ella le comenta el exceso de texto, de información prescindible, que provocan ciertas sustancias.
Por otro lado, la temática menos terrorífica y más de ciencia ficción ayuda a dar alguna novedad a la colección para no repetirse pero en general da una sensación de ser decisiones y resultados demasiado cerebrales, excesivamente fríos. Por lo que sorprende que la escena más emotiva, con mucha diferencia, sea una del fill-in que escribió Bissette.
Pero leída toda en su conjunto, está claro que pese a tener una competencia muy dura en Len Wein y Bernie Wrightson, los números de Alan Moore y sus numerosos colaboradores sigue siendo, y probablemente lo será por muchos años, la mejor etapa del personaje de la Cosa del Pantano.
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