Cuando el editor Mort Weisinger se jubiló, lo sustituyó el gran Julius Schwartz quien puso a Denny O'Neil a los guiones y manteniendo al ya clásico Curt Swan a los lápices con los acabados de Murphy Anderson, uno de los mejores entintadores que tuvo Swan.
Hicieron un reboot. Pero uno sencillo, uno que no cambiaba la numeración, uno que no eliminaba el pasado...
Eliminaron la kryptonita, hicieron más débil a Superman, convirtieron a Clark Kent en presentador de televisión. Algunas cosas duraron más, otras menos.
Pero al menos nos dejaron un buen puñado de historias, con la subtrama de un doble artificial de Superman, recogidas ahora en un tomo con un escaneado de juzgado de guardia. ¿Qué os pasa, DC, con los tomos? ¡Últimamente sólo veo chapuzas!
Al menos he disfrutado un montón con la lectura, que no con la visión, y el epílogo de Denny O'Neil es sensacional.
Os dejo un trozo:
Y lo renovamos. No drásticamente: creo que sentíamos que estábamos tratando con un icono y que algunos elementos deberían quedar intactos. El traje, para empezar, era conocido, eficaz, colorista, cumplía su función. El traje se quedaba. Y la historia del origen de Superman, cómo su padre científico lo enviaba en un cohete desde un mundo que explotaba... tampoco lo tocamos. Podríamos haber actualizado algo la parte científica (no se había establecido dónde estaba Krypton exactamente. por ejemplo) pero nadie esperaba un trabajo de cosmología y la conocida historia era bastante buena. No cambiamos la ciudad de Superman, sus amigos, enemigos o lugares de trabajo.
Pues eso.
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