Si Brutal es como Dexter, esto es como CSI: Tokio.
Dos técnicos del laboratorio de la policía, uno con un pasado turbulento, se dedican a buscar pruebas en diversos crímenes, de violaciones a asesinatos. Muy sórdido todo, ya aviso.
Se nota que el autor tiene cierta experiencia en esto, porque hay una gran sensación de verosimilitud.
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