Me parece muy inteligente llevar a Corto a la Alemania de la República de Weimar, con el fascismo creciendo, lo que lleva a algunas frases que pueden interpretarse perfectamente en clave actual, intencionadamente, sospecho.
Díaz Canales sigue sabiendo escribir unos diálogos muy a lo Pratt y Pellejero se pasea con comodidad entre su estilo y uno más canónico con el personaje. Me han gustado especialmente algunos detalles, como la escena de la película donde Corto acaba participando de casualidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario