Al menos me puedo consolar con este álbum, que no conocía, y que está escrito por su hermano Joan Tharrats, cuando aún firmaba como T,P.Bigart.
La imaginación, el surrealismo, la sorpresa son sello de fábrica y se mantienen. Sólo que a veces hay algún punto de mala leche, despiadado, que uno entiende al leer que todas estas historias cortas se publicaron originalmente en El Papus.
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