Entre que el dibujo oscila entre Giraud y Moebius (que sí, que eran el mismo, pero ya me entendéis) y que la historia tiene un tufo entre las revistas de Toutain y el Metal Hurlant me he quedado con una sensación enorme de leer algo de hace treinta años...
De todas formas, en mi opinión su mayor error es el final. No sé si querían sorprender al lector, no sé si les dijeron esto lo tenéis que acabar ya porque no se vende, no sé si se cansaron. Pero vaya cosa...
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