Más allá de lo entretenida que siguen siendo estos números, de lo bien que le quedaba el entintado de Bob Layton a John Romita Jr., de cómo Michelinie y Layton crearon un montón de personajes secundarios estupendos, que supieron reflejar con mucha gracia el rollo playboy y chuleta del personaje... me deja maravillado que hace treinta años en Marvel cogieran a uno de sus personajes básicos y lo hicieran alcohólico.
Una idea loca, que rompía esquemas, que seguramente molestaría a muchos de sus seguidores de siempre, pero que marcó una época de la serie y que ha quedado como uno de los grandes momentos del personaje.
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