Una de las cosas que más me gusta de ir a Avilés, lo que más de hecho, es poder ver a los amigos. Es gente con criterio y me fío de sus opiniones. Fueron varios los que me recomendaron esta obra que me pasó totalmente desapercibida en su momento.
Acabo de leerla y como siempre hicieron bien.
La historia es sencilla y emotiva. Un gris representante cambia su vida ante la visión de un cuadro que le conmueve y acaba provocando que salgan a la luz secretos familiares enterrados durante muchos años. Me divierte que haya un cabo suelto sin resolver al final, dejando un poco a criterio del lector qué decisión tomará el protagonista.
La evolución está muy conseguida en lo literario y lo gráfico. Homs sabe jugar con las expresiones y el color es exquisito, utilizado con gran inteligencia.
Además, la edición es estupenda. Me encanta que hayan sacado los dos álbumes franceses juntos.
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