Conocí a Georges Bess en Expocómic en 1999. No recuerdo muy bien cómo acabamos los dos en un bar tomando algo a media tarde. Creo que la organización no daba abasto y me pidieron que lo acompañara después de su charla pero tampoco estoy seguro. Era curioso y emocionante estar con un autor de una forma tan cercana e informal. Aún no conocía Avilés, claro.
Bess me parece un tío muy admirable, que empezando con material ultracomercial como sus historias del Hombre Enmascarado para Noruega, se ha ido labrando un nombre en el mercado del álbum pero permitiéndose trabajos más personales.
Este álbum, que encontré traspapelado el otro día entre cuentos de mi hija nada menos, ha pasado muy desapercibido. Y es una lectura interesante: unos periodistas buscando a otro desaparecido en Benarés que mientras investigaba un asesino en serie descubrió miles de desapariciones en los últimos años.
Aún es pronto para valorar la historia que se desarrollará en tres álbumes. Pero sí se puede alabar la documentación, lo verosímil del resultado... y cómo no deja de ser, por muy hippie que sea, la visión de la India de un occidental.
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