Más que una novela gráfica, un mamotreto gráfico.
Sí, Craig Thompson es muy interesante visualmente y resuelve muy bien según qué situaciones. Eso lo concedo.
Pero no me he creído nada de lo que me cuenta.
Pese a la evidente documentación que ha manejado, la recreación de ese mundo árabe, entre la leyenda y lo actual, parece de postal. Si eres de Michigan, dónde te metes. Y hay momentos en que la lectura es ya no espesa, sino directamente indigesta.
La trama es grotesca e inverosímil. Como coger Osama pero a lo bestia y con un punto almodovariano. Ridículo.
Por no decir que esa "defensa" del amor espiritual sobre el sexual tiene mucho de puritano.
En fin.
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