Una miniserie que tenía en un rincón sin leer desde hará, buf, más de veinte años, cuando se la compré a Sergi Gras.
El motivo es que el personaje me hacía gracia pero no me convencía nada cómo lo había usado Kupperberg en la serie del Vigilante. Y era el mismo guionista...
Aquí está algo mejor, pero sigue siendo material bastante de derribo.
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