Hacía más de un año que tenía este tomo en la mesilla de noche. Pero por diversos motivos, mi interés por los cómics había disminuido una barbaridad.
Pero ha sido apuntarme a un grupo de amantes de los comic books clásicos donde hay unos cuantos miembros que están bien locos y pasármelo tan bien que no tuve manías en embestir de nuevo con este tochazo de más de seiscientas páginas.
Dicho esto...
La principal novedad es la presencia de un dibujante capaz de mantener la periodicidad mensual: Mike Zeck. Además es especialmente brillante en escenas de combates. El resultado es que gráficamente te gustará más o menos, sobre todo si lo comparas con Gulacy, pero su solidez es bastante indiscutible.
Por lo demás, en estos tiempos donde los autores giran a toda velocidad por los títulos en un intento de llamar la atención a los lectores, es ejemplar poder ver que Doug Moench, tras años al timón, aún tenía cosas que decir.
Como mostrar a Shang-Chi, que siempre era un puntal de tranquilidad, lleno de inseguridades y al borde de una crisis.
Como mantener una de las galerías de secundarios más ricas (Smith, Wu, Reston, Tarr), e incluso desarrollarlos, a los que añade unos cuantos nombres más.
Como jugar con la personalidad de Fah Lo Suee, la hija de Fu Manchu, que se nos muestra como algo más que una mujer fatal, convirtiéndola en un personaje emotivo e incluso patético en algunos momentos.
Como saber mostrar las diferentes facciones que participan en las intrigas de espías y que quede claro que el enemigo de mi enemigo también puede ser mi enemigo.
Como desarrollar tramas larguísimas con numerosos personajes implicados y que no se pierda el hilo.
Pero lo que me parece maravilloso es que los elementos sentimentales, de soap opera, de otros comic books aquí se van al traste, con situaciones y desarrollos mucho más adultos.
Un tebeazo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario