Comentando su número de Kid Eternity con su guionista Jeff Lemire en Avilés me confirmó mi impresión. Geoff Johns tiene un cargo ahora destinado a mover el material de DC de cara a adaptaciones, sobre todo televisivas, así que no era raro la sensación de piloto de televisión, con esos poderes de andar por casa y esa necesidad de no tener que gastar demasiado en efectos especiales. Un despropósito porque se pierde uno de los puntos fuertes tradicionales del cómic sobre otros medios: el no depender de la pasta necesaria para poder contar una historia de gran espectáculo.
Esto es un poco más de lo mismo. Nos han convertido a Looker, esa olvidada heroína de los Outsiders, en una exmodelo vampiro con sus comparsas y una subtrama sobre el vampiro que la transformó.
Edgington hace lo que puede, Miller es elegante y la portada de Guillem March es preciosa. Al final nos queda una historia que es de lo mejor que se ha hecho con ella.
Pero vaya, ganas de hacer retoques posiblemente para nada...
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